Sin discípulos en el desierto.Con nuestro mecánico de confianza arreglamos todos nuestros males. Una simple consulta y ya sabe lo que nos hace falta: Cambio de aceite en el corazón hastiado de fracasos, bujías nuevas para generar chispeante fuerza vital, baterías para recordar día a día todo lo bueno que nos pone en funcionamiento, cables de embrague para cuando necesitemos acelerar o desacelerar la marcha…Pero ahora estamos preocupados. Confiados en su sabiduría, le delegamos ciegamente nuestra vida, y no nos preocupamos por aprender. Agotado y triste, su motor se está parando y no sabemos hacer nada para ayudarle.Torcuato González Toval
Sin discípulos en el desierto.
Publicado el 13 abril 2012 por TorcuatoSin discípulos en el desierto.Con nuestro mecánico de confianza arreglamos todos nuestros males. Una simple consulta y ya sabe lo que nos hace falta: Cambio de aceite en el corazón hastiado de fracasos, bujías nuevas para generar chispeante fuerza vital, baterías para recordar día a día todo lo bueno que nos pone en funcionamiento, cables de embrague para cuando necesitemos acelerar o desacelerar la marcha…Pero ahora estamos preocupados. Confiados en su sabiduría, le delegamos ciegamente nuestra vida, y no nos preocupamos por aprender. Agotado y triste, su motor se está parando y no sabemos hacer nada para ayudarle.Torcuato González Toval