Revista Talentos
Sin disimulo
Publicado el 08 noviembre 2014 por Isabel Topham
No puedo comprender la malicia de alguien para actuar en contra de nadie, y menos a quien no han visto reaccionar aún. Ni tampoco a aquellos que lamen todo su trasero por el miedo a su soledad. Estoy hablando de personas que pretenden ir de guays y no llegan ni a la suela del zapato de los demás. Estará muy bien el "que te follen" pero, si te vas a reír de alguien por favor, hazlo con disimulo. Al igual que ir corriendo detrás de otros (siempre y cuando notemos la presencia de alguien que nos proteja en caso de emergencia) cuestionando por qué he salido una vez más, es de mala educación. Puedo ser alguien vulnerable, introvertida e inocente pero hay miradas que no pasan desapercibidas ante nadie... y, menos, ante alguien observador. No tengo problemas en asumir lo que soy, ni sentido veo ir pregonándolo por ahí, como hacéis vosotros aludiéndoos unos adjetivos a vuestros nombres que, si fueran pantalones iríais perdiéndolos por el camino. Siempre he pensado que hay que hacerlo a lo grande, pero no asumiendo la realidad del "puto amo" despreciando a todo aquel que pase por nuestro lado al no poseer unas características superiores a "los" cánones de belleza. No por el hecho de no llorar en público ni de ir contando mis penas, no poseo sentimientos algunos que puedan herirme internamente. Además de tener una mente muchísimo más rica y hábil que cualquiera de las vuestras, por mucho que dudes de mis conocimientos. Personas que se despiden de alguien con hipócritas palabras y sonrisas más falsas que la vida de su sombra en la oscuridad. No me importa caeros mal, no me interesáis. Tan irónico es querer socializarte como expulsar a los demás del grupo, sin (apenas) motivos. Tan doloroso de ver que, a quienes has considerado durante todo este tiempo tus amigos y confiado en ellos, se esfumen de tu vida por unas míseras vidas que no les corresponden. Personas que fingen una llamada con una risa tonta y da los "buenos días" con la espalda, hablándote de su vida y tus gustos cuando su único interés que encuentra en ti es el de tus huellas en dirección opuesta a su destino. Futuros estudiantes de Derecho y Psicología que se dedican a humillar, mangonear a quien piensa de manera distinta a ellos y reírse de las penas ajenas de los demás. Rezaré todos los días para que personas como vosotros no encuentre trabajo en la vida; por el contrario, que tiemble el país entero. Personas que se hacen los machos alfas (independientemente del género) cuando van en manadas. Toda idea que proponga vuestro líder, a vosotros (independientemente de si os parece lo moralmente correcto) asentís con la cabeza en silencio. Demasiadas coincidencias al minuto de lavarte las manos y cometer el crimen, verificando así cada una de mis palabras. No conocen otra manera que la de lidiar con alguien a través del bloqueo personal internauta, con una paupérrima excusa en caso de emergencias. No tengo el derecho (ni nadie) a ejercer de padre o madre para decidir por nadie con quién o quién no se debe juntar alguien. Es cierto que hemos pasado momentos agradables juntos pero ahora que ya sé quiénes sois de verdad no pretendo caeros bien, y creedme cuando os digo que habéis caído en el olvido. Para qué interesarme por alguien que se queda a contemplar su sonrisa en mis peores momentos (o intentan hundirme más de lo que ya estoy) y me ladra en mis peores tempestades. Emocionalmente, este último año, para mí, ha sido de perros por razones y motivos que desconocéis. Puedo no ser como vosotros y cuando os vea comer la mierda que habéis sembrado del suelo y con lagrimones cayéndoos por las mejillas podré no sentir ningún tipo de placer pero lo que sí que no sentiré será lástima o pena. No me importa si os da por leerme algún día y leéis esta entrada, tartufos. Algún día os lamentaréis de haber perdido a alguien que merece la pena conocer por otros que, en algún tiempo posterior os tratará como a mí y no tengáis la vergüenza de exigir lo que no habéis dado. La vida pasa, el tiempo transcurre y las personas desaparecen si no las cuidas... los momentos también se pierden. No seáis críos, por favor. Podemos llegar a confundir la inocencia de alguien con la subnormalidad de uno mismo. Por último, abrid vuestras pedazos de mentes, y actuad con cabeza (que no con ellas), estamos en pleno siglo veintiuno y, las opiniones son como los culos cada uno tiene el suyo.