Apretó bien todos sus problemas hasta que tomaron forma de palo y lo lanzó con todas sus fuerzas, con la esperanza de no volver a verlos jamás.
Satisfecho y liberado giró sobre sus pasos dándole la espalda a aquellos lejanos asuntos.
Sin embargo, la naturaleza detrítica del hediondo palo hizo que se deformara con la fuerza del tiempo convirtiéndose en un terrible boomerang.