Sin publicidad

Ante todo gracias

Muchísimas gracias por todas vuestras aportaciones. Tanto las que han venido por comentarios como a través de twitter y el correo electrónico. Sobre todo gracias a los que habéis aceptado sufrir los anuncios.

He decidido seguir sin publicidad. Veréis la primera consideración es que la publicidad es muy poco eficiente desde el punto de vista de un blog. Reclama demasiado de vuestra atención, me pide a mí mucho más trabajo, compromete mi integridad —que es mi principal valor— y supone unas ganancias muy escasas.

Secundariamente está el tema de que soy funcionario. Según la Ley un funcionario debe solicitar permiso antes de emprender una actividad comercial; sobre todo si se dedica a recomendar productos. En realidad no creo que tuviera demasiados problemas de esta índole, mi puesto es demasiado poco importante como para que nadie piense que me aprovecho de él. Pero, francamente, más vale que los funcionarios nos pasemos de honrados que nos quedemos cortos, aún cuando pueda dar un poco risa. Por la misma razón tampoco me haré afiliado de nadie; si os recomiendo algo —por ejemplo el divertidamente profundo blog de aMinúscula— será de corazón y sin cobrar por ello.

Sin embargo hay una actividad a la que los funcionarios, con carácter general, no necesitamos permiso. Esta es la producción artística, científica, literaria o técnica y las publicaciones que de ellas se deriven. Es decir puedo escribiros un libro y hasta cobraros por ello. Y dado que hay gente tan hermosa como para sufrir hasta spam por leerme, bueno, hasta me hago ilusión de lo que escribo sirve para algo. El blog seguirá siendo gratis, por supuesto, lo que haré será incluir libros.

Cubrir gastos

Mi primer objetivo es cubrir los gastos de este blog. Una vez tenga eso me plantearé otros retos, hasta que pueda dedicarme a esto más o menos profesionalmente. Queda mucho para eso todavía. Ahora vamos a ver si, sin publicidad, soy capaz de sacarle $36 a este blog.

Nota

Este post es de los recuperados tras la catástrofe. Dicho eso, sigo atesorando vuestros comentarios