Para Luna, siempredonde estés me estás leyendo...
Caíste como un tamiz disuelto en agua, frágil caíste entre las brumas de la tarde. Donde te esperaba para cubrirte. Caíste muda ante el antojo del sueño, fría con los ojos abiertos. Caíste herida de sombras, desasosiego entre promesas y mentiras, caíste hija caíste. Te mezclaste entre la sangrebermeja y llena aspiraste el éter de mis pulmones. Sacaste la cabeza para respirar, luchaste ante la memoria y contra la muerte. Caíste como mojón lleno de dulzura entre mis calzones. Octubre perdido entre las sombras, ante las llamadas de los no sé cuántos, caíste ante fantasmas que no comprendían tus pelillos rojos. Muda caíste sin retorno al ombligo. Caíste llena de zozobra y fisura. Caíste plena ante mis pechos llenos que pendían del hilo de tus labios. Caíste, caíste y volviste a caer. Yo sólo me paré del tren te cogí entre mis brazos y eché a correr.
Caíste y no hay excusas para nadie.