No tengo palabras, debería inventarlas.
Espero que algo surja, como surgen las imágenes en el silencio de la hosquedad. Camino.
Hace tiempo que no miro a nadie, deambulo como un ciego parcial sin ver con exactitud a quien me cruzo;
eso sí, prefiero ver los árboles y el cielo, o miro sólo algunos fragmentos de personas;
una boca entreabierta y posteriormente, con un cigarro entre los labios, una mirada, unos pies con dedos desnudos y uñas pintadas, un culo, detalles de ropa; y las otras cosas en la calle, la sonrisa de las nubes, el sonido del sol desfalleciendo a la tarde, un grillo aplastado cruelmente por la indiferencia de un zapato, los reflejos del charco, una líneas de hormigas, las plantas.
Y no pienso en nada... Me caliento el cuerpo elevando al sol las manos, y me dejo llevar por el viento,
como si nada, voy; como escribo sin saber qué decir.