Sobre el desenlace final: de cuestiones humanas y de la existencia

Hace un par de meses vi una película titulada "Nunca me abandones". El final ha quedado rondando en mi cabeza y aún sigo en ello, sin respuesta y dándome cuenta de que algunas cosas que antes tenía como dogmas y muy claras, ahora no lo son.

Os cuento un poco de qué va y la parte final a ver qué os parece pues no pretendo hacer una crítica de la película (no entiendo nada de cine) sino de cómo la historia es al mismo tiempo tan de ciencia ficción y al tiempo tan real. Si alguien quiere verla antes, adelante, está disponible en alquiler en videoclubs.
Al principio se nos presenta a unos niños sin padres en un internado muy severo y estricto. Se les instruye en la tarea de ser perfectos donantes de órganos para la sociedad, ya que el mundo científico del momento (inspirada en los años 70-80 del siglo XX) se encuentra capacitado para la clonación, haciendo de estos niños (y futuros adolescentes y adultos) un reservorio de órganos para futuros trasplantes. Su único fin es éste, para ello han sido creados.
En la etapa de la adolescencia-adulto, los protagonistas salen del internado y van a otro espacio donde esperan el momento en ser llamados para iniciar la serie de donaciones que en algún momento acabarán con sus vidas. Lo que no esperaban "los creadores" es que en esos cuerpos clonados, hubiese alma, hubiesen sentimientos, hubiesen preocupaciones... que a pesar de estar ahí, se pasan por encima del deber por el que habían sido creados.
La historia transcurre, y la voz en off (una de las protagonistas) que la ha ido relatando, hace una reflexión en la que transmite la tristeza por haber tenido una vida marcada por ese fin tan predestinado y concreto. Y aún más demoledor es cuando pregunta (más o menos, es lo que recuerdo): "pero, ¿realmente nos diferenciamos tanto de para aquellos para los que nos han creado?"...
El paralelismo me dejó helada: ellos han sido creados con el fin de donar sus órganos y el desenlace final sería un día morir, nosotros (o la sociedad que plantea la película) estamos vivos, pero el desenlace final también será morir. Y a pesar de que es algo que está ahí, que no hay que ocultar, que es algo ligado a la vida, ¿realmente lo tenemos presente con la importancia que a cada uno le merece?, ¿o es un tema tabú del que no hablamos?, ¿pensamos alguna vez en ello?
Y yo pregunto ahora: ¿No compartimos todos en cierto punto la misma realidad que los protagonistas de la película?
Muchos planteamientos afloran a la luz de la película sobre la finitud de la vida, las preocupaciones diarias, la capacidad de sentir, la libertad para permitir que nuestros instintos salgan a la luz, el propósito mismo de la existencia...
A pesar de que la ciencia ficción está presente en el relato (con el tema de la clonación de humanos y demás), aún hace que el mensaje movilice y haga pensar más al espectador. Es cierto que no estamos tan cerca de esa realidad ni de esos seres creados exprofeso para la donación, pero tampoco tan lejanos en cuál será el desenlace de ambos "mundos" presentados en la película.
Y aún más: esa sociedad que manipula sólo con el fin de conseguir beneficios propios (en este caso para alargar su vida varias décadas a través de las donaciones de órganos): ¿nos suena?, ¿no nos recuerda a muchas de las políticas de ciertos gobiernos o empresas?, ¿no nos recuerda a cómo ignoramos a otras realidades (hambre, desigualdad, injusticia, guerra...) porque no están en nuestra realidad?, ¿se asemeja en algo a la sociedad de hoy en día?... ¡Dios mío, los pelos de punta...!
Ahí os lo dejo. Yo me quedo replanteándome las cuestiones humanas y el propósito de la existencia.