Sobre la exigencia a nuestros hijos y demás yerbas…

Publicado el 02 noviembre 2011 por Mamikanguro @MamiKanguro
Lis Chá Morales, Monica Bega, Mundo Mamá, Paola Depetris liked this post

Ayer estaba  en el natatorio como cada martes y jueves, viendo a mi hija María Pía tomar su clase de natación. Ella es una nena muy tranquila y realmente es muy importante que practique algún deporte.

A mi lado, había una mamá muuuuy nerviosa… se paraba, se sentaba, se acercaba a la pileta e interrumpía la clase. Resulta que su hijo (5 años) estaba en penitencia porque se portaba mal y no le hacía caso al profesor. La mujer desbordada retó a su hijo adelante de todos sus compañeros, le pellizcó el brazo y el chico, obvio, se largó a llorar. El profesor le pidió que se retire del borde de la pileta.

Cuando se sienta a mi lado le digo: ¿te parece que está bien pellizcar a tu hijo? me mira con los ojos bien grandes y me dice: ¿te parece que es para menos? al final, viene a divertirse y no a aprender a nadar.

En fin, la conversación continuó, no voy a aburrirlas con cada detalle, pero esto que ocurrió me llevó a reflexionar acerca de las expectativas que depositamos en nuestros hijos, de cómo transmitimos nuestras frustraciones y sobre todo, ¿cuál es el punto en que no debemos exigirles más?

En mi experiencia personal, tengo una nena más grande que compite profesionalmente en natación y una más chiquita a la que odia el agua, puedo asegurar de que no hay mejor cosa que tu hijo disfrute de la actividad, en este caso la natación, pero puede ser dibujar, contar historias, fútbol, flauta dulce, etc…  ¿qué mejor para una como mamá, que ver feliz a tu hijo? por eso es que este tipo de actitudes me dejan pasmada y me mueven a la reflexión: dejemos a los niños ser niños, divertirse, disfrutar de su infancia… y como le dije a la mamá nerviosa: ¿cómo no va a venir a divertirse? ¡tiene 5 años!

Paola Depetris, Mami Kanguro