Revista Diario
Sobresaltos, bendiciones y otras consideraciones
Publicado el 01 junio 2010 por JarviseyY de pronto un día suena el teléfono, y todo cambia de repente. Es increible como la vida da un vuelco, para bien o para mal, y lo que hasta ese momento era de una manera pasa a ser de otra. Y así, te das cuenta de lo poco estable que es tu universo personal y de que todo puede sucederte, a tí también.
Cuando ese cambio radical es agradable, lo asumes con un poco de reticencia y sobre todo con miedo de que no sea cierto. Es entonces cuando aparece la inseguridad y no puedes creerte lo que te está sucediendo. Es curioso que ese sentimiento de incredulidad llegue también cuando es al revés, cuando ese cambio es fatal y sin embargo, en ese caso, si que sientes la certeza de que está pasando, es real y no hay vuelta atrás.
Yo he recibido llamadas de ambos lados, algunas muy buenas, otras horribles. Lo que sí he aprendido es que a todo nos acostumbramos, menos a esa sensación de ansiedad, vacío y tristeza que las malas noticias nos generan. Y aunque sepamos que todo pasa, que mañana será otro día, que a veces se gana y otras se pierde, nunca seremos maestros en el arte de sortear disgustos. Sólo nos queda la experanza de que la siguiente llamada sea buena, increible, extraordinaria, asombrosa, o simplemente que desmienta la anterior. Desafortunadamente eso no pasa casi nunca, casi...