Después de la inconmensurable pendejada de primer párrafo con que les he obsequiado, a los pocos que
hayan aguantado hasta aquí les reconfortaré diciendo que no me andaré por las ramas. Llegados a este punto de inminente inicio de la temporada de F1, 6 días para que empiece, tengo que decir que no tengo ni idea de donde está cada piloto, cada coche o cada equipo. Al igual que yo, todo el resto de los que escribimos sobre estos temas, estamos igual de perdidos, moviéndonos y enfocando nuestros análisis más por sutilezas y corazonadas medianamente basadas en algún dato pseudocientífico, que por hechos evidentes e incontestables. Hoy digo “sólo sé que no sé nada”.
Y no tenemos ni idea de lo que será la carrera del domingo, pues el aval de Red Bull es que tienen en plantilla a Newey, el aval de Ferrari es que tienen una estructura que no arriesga lo más mínimo, quedando asegurada así una relativa solvencia… y así podríamos seguir descuartizando la margarita usurpadora de nuestra razón en el resto de los equipos de la parrilla.
Los equipos juegan al despiste constantemente, y mirando a años anteriores, no podemos dar demasiada importancia a las pruebas invernales, pues se suceden brillos y sombras, sorpresas y otras no tanto. ¿No se han fijado en que si Sergio Pérez consigue el mejor tiempo, se dan muchas explicaciones para terminar afirmando que lo que vemos es engañoso, pero si el tiempo lo consigue Vettel o Alonso, rápidamente alabamos el trabajo invernal y confirmamos que los equipos buenos son un tiro?
Y faltan 6 días para la carrera y seguimos sin saber un carajo, perdidos entre cruces de declaraciones de pilotos, ingenieros y jefes de equipo. Mucho humo. Y llegará el viernes y diremos “hoy sí que ya sabremos a qué atenernos”, olvidando que en las sesiones de prácticas, los equipos se esconden más incluso que en pretemporada, pues llegan a dichas sesiones para probar especificaciones para esa carrera en concreto. Y llegará el sábado y veremos la calificación, y nos haremos una pequeña idea del negocio final, sobre todo en la parte trasera y media de la parrilla, y tendremos que esperar hasta el último segundo para saber que fulano o mengano son mejores en clasificación; el año 2010 ya nos obsequiaron los de Red Bull con las jugadas engañosas de esconderse incluso en calificación hasta el último momento, donde destapaban su escalera de color ¿Pero, y en carrera?
No sabremos nada de nada hasta que no llevemos diez vueltas en Albert Park.