SOLO DIGO, POR SI ACASO.
Escrito por Jorge Morelli.
Hasta la fecha eran tres los posibles caminos para habilitar la candidatura de Nadine Heredia a la Presidencia de la República.
Quedaban solo dos, sin embargo, luego de tanto Nadine como ahora el premier Jiménez descartaran el de una ley con nombre propio, que derogue a la que le impide al cónyuge presidencial postular.
Cerrada esa puerta, sigue abierta la ventana incómoda de la “interpretación auténtica” en dos versiones. Una es por el Tribunal Constitucional, que declare inconstitucionalidad de la referida ley. Por el Jurado Nacional de Elecciones, la otra, que declare inaplicable la ley en cuestión a la persona de Nadine Heredia.
Ambos caminos son tremendamente rochosos. El primero especialmente, hallándose actualmente el Congreso en el trance de designar a los reemplazantes de los miembros del TC que han puesto plazo al Congreso amenazando con renunciar (luego de sancionar –razón de la sinrazón- al miembro del TC que se adelantó a renunciar antes que sus colegas). No menos incómodo el segundo camino, sin embargo, que tendría nombre propio en neón más rutilante aun que el de la ley con nombre propio.
Hay, sin embargo, otro camino aun, hasta ahora no previsto que yo sepa: la vicepresidencia de Nadine detrás de un “Cámpora” que luego renuncie.
Esto, hay que recordar, es lo que Juan Perón intentó con Eva Duarte para su reelección en la Argentina. Proyecto del que tuvo que apearse haciendo renunciar a Eva no solo o no tanto por su salud, ya debilitada, sino porque comprobó fehacientemente que el Ejército estaba activa y abiertamente en contra de avalar semejante cosa.
Desde luego, toda similitud con nuestras circunstancias es pura coincidencia. Solo digo, por si acaso.
