Sólo dime que me quieres

El amor que se siente puede incluso eclipsar al dolor que nos hace sentir la persona amada. La unión de la pareja te hace compartir infinidades gustos y aficiones que mostramos a la sociedad, y nuestra sonrisa depende de su amabilidad que, el tiempo olvida. O, es ella la que se olvida con el tiempo.
Las paredes gritan su nombre, cuando la ausencia nos acompaña en la más fría penumbra de nuestra soledad. Nos vemos debilitados por quienes merecen el llanto y ovación de la línea de nuestra sonrisa, y observamos al silencio gritar auxilio. Las palabras sólo salen guturalmente de la garganta, y somos el odio en carne viva."Quiero verte, pero verte sufrir."
"Quiero verte reír."
"Quiero estar contigo, hasta en la más absoluta soledad."
Pensamientos que inundan mi mente desde el comienzo de la noche, será por mí. Será el miedo, que recoge y siembra mis heridas en cuerpo y mente cuando te quise con toda mi alma, por volver a quererte. Es el frío mi única compañía mientras intento distraerme con la llamada del viejo viento a mi ventana. Es mi capacidad creativa que va mermando al saber que ya no estás aquí, de no poder alargar más esta mentira.
Una noche oscura, en solitario, implorando a Dios tu regreso a mi cama, a mi regazo, a mi alma. Más miedo siento por no saber quererte como a mi soledad. Y pensar que por ti me hice pasar por escritora, pintora y lo que hiciera falta con tal de tener excusas para sentir el calor que me dabas en cada uno de nuestros abrazos y besos.
El tiempo es la cura que lo destruye todo.