Dos de mis obras acaban de ver la luz: “La segunda mirada” (una breve novela) y “La voz confabulada” (un volumen de poesía). De la misma manera que un reloj adquiere su significado al ser observado en la muñeca, el sentido que puedan tener estos dos libros comienza en la lectura de quien los abra. La historia eligió ser narrada, y la intuición decidió convertirse en verso. Lo demás sólo es tiempo.
Ricardo García Nieto