Podías haberme dedicado algo más bonito, me dijo y en ese mismo instante sentí que algo dentro de mí se rompía, sentí tantas caricias perdidas por miedo al fracaso que ya no me quedan balas para combatir tanto sufrimiento. Solo me quedan sonrisas para frenar que entres dentro de este corazón que sangra cada vez que rozas la mínima parte de mi cuerpo. Por eso solo quiero que sepas que lo bonito es que me hagas sangrar por dentro pero que todavía no he decidido ser tan valiente y por eso sigo ahí, soltando sonrisas al viento.