La vida da muchas vueltas. Nos lleva por caminos desconocidos. Nunca sabemos hasta dónde llegaremos el nuevo día, ni siquiera conocemos el destino final de nuestro viaje.
En ese camino, convergemos con otros caminantes. Seguimos juntos ese camino durante una hora, un día, un año... Toda una vida.
A veces, cuando compartimos ese camino con otra persona, llega un instante en que ya lo hemos hablado todo. Sólo nos quedan las miradas. Los momentos...
Desde pequeños, pensamos que el amor es para siempre, pero nuestra genética costumbre de complicar las cosas, hace que lo que un día parece indestructible, parezca roto en mil pedacitos...
Sólo tú puedes hacer que sea tan sencillo como mirarse a los ojos, sonreír y dejar que todo fluya, sin necesidad de hablar, sin necesidad de decir nada... Esa sonrisa antaño demoledora, hoy escondida, es el antídoto que conseguirá volver a reconstruir lo que creemos roto.
Vi una pelicula. En ella, escuché una frase: "Si los cimientos son buenos, todo lo demás, tiene arreglo".
Sólo pienso en ti,