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Solo un tercio

Publicado el 11 mayo 2013 por Eduardocarranzagazzani @ElPeriodicoPeru

SOLO UN TERCIO
Escrito por Jorge Morelli. (@jorgemorelli1)

Solo un tercio ya –el 37% exactamente, según la última encuesta- se opone aun a devolverle su libertad a Alberto Fujimori. ¿Cuáles son exactamente sus motivaciones?

El núcleo duro de ese tercio lo integran quienes han hecho durante más una década de la justicia un instrumento de persecución política. La periferia alrededor de ese núcleo duro cree que la prisión de Alberto Fujimori es un mal necesario, porque es un caso emblemático en el que es indispensable hacer escarmiento ejemplar, porque ese es el único camino para erradicar para siempre la corrupción del Perú. Ese argumento hay que examinarlo detenidamente, sin embargo, porque es totalmente insensato.

A la corrupción hay que mantenerla a raya, tal como mantenemos a raya el agua para hacer posible la flotación. Si el agua se mete al bote, no puedes la culpa al agua. La falla no está en el agua, que no hace sino lo que la gravedad le ordena. Igualmente, la falla que desata la corrupción se halla en las instituciones que deben mantenerla a raya.

Trece años después de que Alberto Fujimori salió del poder, ¿hemos hecho acaso la reingeniería de las instituciones para mantenerla a raya? La verdad es que seguimos fracasando hasta hoy en esto. ¿Con qué autoridad moral puede decir alguien que la prisión de Fujimori es necesaria. Por el contrario, expiar esa culpa en la persona de Fujimori es usarlo. Y la insistencia de este tercio en mantenerlo en prisión no es más que un síntoma. Y la insistencia en que pida perdón es un síntoma, del que solo ese pedido puede liberarlos. Ellos son los reos.

Cada día que Alberto Fujimori pasa en prisión es un cargo de conciencia y un escarnio hoy ya para una vasta mayoría de los peruanos, tanto para los que claman por su libertad como para los que, perplejos aun, no saben qué pensar pero sospechan ya la hipocresía que se esconde tras esta ignominia.

Un tercio apenas quiere creer todavía en esa mentira enfermiza. Pero Fujimori tiene ya siete años en prisión y el resto de la verdad asoma. Creo no equivocarme si digo –lo repito cada vez que puedo- que pronto iremos a recibirlo y acompañarlo, como tanto le gustaba, a pescar al mar, libre.


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