Sombras

Publicado el 16 diciembre 2014 por Etiperez
Triste, melancólica, pesarosa, de mala leche, enfadada con el mundo, sin ilusión alguna por levantarme de la cama y sin atisbo de poder encontrar aunque sea un poco de eso que llaman alegría por vivir, así es como me he amanecido hoy, como el cielo, gris plomo.
Y aun así debo salir de entre las sábanas para afrontar un nuevo día que espero se acabe pronto, un nuevo día lleno de cosas por hacer que no me estimulan nada, me visto de negro para ir a juego con el color de mi alma, me enfundo en mil capas a modo de chaleco antibalas para evitar que los dardos envenenados que andan pululando por el aire me hieran y en caso de que lo hagan no sea de gravedad, me visto de negro para poder esconderme entre las sombras alargadas de los árboles que andan y trato de evitar los daños colaterales de esta guerra en la que lucho yo contra mi porque soy consciente de que si hoy pierdo la poca energía que me queda mañana ya no me podré levantar.
Leo blogs de gente anónima que escribe cosas increíbles sobre cosas cotidianas y me suscribo a todos y cada uno de ellos y cuanto más leo más mierda me siento, más pequeña, más invisible. En este momento debo tener el tamaño de un guisante en comparación a todo lo que me rodea que crece de manera desmesurada mientras yo me achico cada vez más y de nuevo las musas me abandonan en el campo de batalla, justo cuando más las necesito,  no me queda otra que caminar sola a merced del viento que me lleva donde quiere y como quiere, que me golpea contra una pared primero para luego levantarme en el aire y hacerme volar para de nuevo volver a estrellarme contra una alcantarilla (y eso duele) y yo, no sé si por optar al premio a la constancia o por gilipollas una vez tras otra me levanto me sacudo el polvo del camino e intento continuar y de nuevo otra vez vuelo y de nuevo, una vez más, me estrello.