Revista Diario

Sombras de aquellos sueños

Publicado el 19 febrero 2012 por Dukespeaks

La crisis de la mediana edad - El exitoso abogado Enrique Fernández Castelló publica la novela de su vida en 2008 (un astuto productor de televisión podría llevarla a la pantalla chica con gran éxito). Puedo imaginar el tiempo que dedicó a este proyecto, luego de independizarse de Noriega y Escobedo a los 45 años de edad. El autor ha recurrido al sobado recurso del diario personal (1963-2000), pero alterando la linealidad del tiempo, de manera que vamos lo mismo de 1999 que a 1963, y viceversa, convencidos de que la historia no se refiere al autor-protagonista, quien aparece en las páginas de sociales de los periódicos (costumbre provinciana de cierta burguesía). Aunque los diálogos están llenos de lugares comunes, el misterio de Laura Aguilar Perdomo acompaña al lector todo el tiempo. (Me pregunto si no hubiera sido mejor adquirir el reportaje sobre la camorra siciliana en lugar de este melodrama). Para darle verosimilitud al mundo que nos ofrece la novela, la voz narrativa informa de algunos acontecimientos en la vida de México: la matanza del jueves 10 de junio de 1971, la salida del PRI de Los Pinos en el 2000, etc.; así como de los usos y costumbres, aunque no refleja el modo en que el habla vulgar va cambiando, se habría necesitado el oído de Ricardo Garibay ( Par de reyes) o de Carlos Fuentes (La región más transparente) para lograr semejante portento.
Los comienzos de un pornoerógrafo - "No entiendo por qué las chavas no se vuelven locas conmigo", dice el joven Arturo, un amigo de José Antonio en la Facultad de Derecho de la UNAM, donde el novelista cursó la licenciatura. (De 1989 a 1999 el descaro de algunas poblanas acompañaron mi soledad, luego serían Lucyfer, Manú y PC; quedan pocos placeres en mi vida: los libros, la pornografía, los deportes).
El texto de la contraportada es muy sugerente, pues coincide con algunas pretensiones de Departamento Raskólnikov: novela de la nostalgia, la acción transcurre a partir de la memoria de nuestra vida, apela a los sueños de gloria y poder de la juventud evocados desde el confort (o el fracaso) de la madurez: José Antonio Escandón recorre el organigrama de la Secretaría de Hacienda hasta la antesala de la precandidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional.

En la página de agradecimientos, figura el nombre de Carlos Ruiz Sacristán, Secretario de Comunicaciones y Transportes con Zedillo.
Contenido relacionado: En Los sueños del insomnio, Luis Spota aborda el caso de un afamado escritor que, acosado por los remordimientos, la soledad y una vida seca y vacía, decide suicidarse en el amanecer de un nuevo día.
Enrique Fernández Castelló, Sombras de aquellos sueños. Suma de Letras. México, DF. Primera reimpresión de la primera edición: julio de 2009. 319 pp.


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