Protegerse del sol y dar apoyo firme a la cámara (cuando se puede)
Con la primavera el sombrero ya no es un capricho, sino una necesidad. Y el trípode, aun en su mínima expresión, una herramienta siempre conveniente.
De paso refrescar algo los perfiles digitales (no solo la cabeza del sol)
Y parafrasear, de manera muy lejana, al Martín Fierro… Sobre mi, mi sombrero y Dios; bajo mi cámara el trípode y el suelo firme (con los pies en la tierra y la mente en el mar; sobrevivo en el aire)