Revista Diario
Soplo
Publicado el 25 junio 2012 por Evamric2012Quemé las cenizas de mi olvido conjurando las pupilas que se prendieron a tus ojos aquella tarde de octubre ya lejana. En esa playa mediterránea en la que invoqué la hoguera de los sueños, se volatilizan hoy acendrados mis últimos deseos. Llena de besos vuelo entre la magia de todos esos labios que flotan entre un aire de mordazas y un soplo de sangre fresca.Y con la escoba barro, en un recién nacido cielo de verano, futiles y falaces promesas que nunca existieron.No sé si el fuego será capaz de hacer arder lo que ya son restos de una nada.Pero en los ecos de una ola, una boca ávida dice ven. Y entre su espuma, enrosco mi lengua, sin ser capaz de decirle te quiero.Y aún así, sin saber de dónde, emerge una vieja garra que se aferra pusilánime a la vida, dejo mi cuerpo desprenderse, al compás de una danza infinita e inmisericorde, dándole la espalda a viejas notas que nunca supieron acariciar ningún violín por los tejados. Es tan poca cosa un cuerpo...Que arropada entre tus arrugadas sábanas, olvido por vez primera en mucho tiempo el último metro. Y despierto entre tus brazos, al ritmo de un resabio agridulce de niñez, y de esa sensación de sentirse protegida, cuando en noches de aullidos y naufragios, no puedo controlar mis miedos y me arrebujo en un regazo que sepa aún encadenarme a un soplo de vida.