¡S.O.S., he perdido la voz!

Forzar demasiado la voz, beber refrescos demasiado fríos, fumar o haber estado frente a un aire acondicionado al que no diste importancia puede traer desgracias catastróficas. Cuando te quieres dar cuenta te has quedado sin voz.

Para un actor de doblaje esto es bastante peor. Aunque no llegue a tal extremo, el hecho de tener un pequeño resfriado y “no sonar como su voz siempre suena” es motivo para cancelar el trabajo o un casting a última hora, lo que puede ser un impacto muy negativo para su carrera, a la vez que frustrante.

¿Por qué me quedo sin voz?

La voz es el sonido que se produce al pasar el aire a través de las cuerdas vocales situadas en la laringe. Cuando se inflaman cualquiera de estos elementos es cuando aparecen los problemas de garganta.

Uno de las causas más comunes es forzar la voz. Si los músculos que utilizas no están lo suficientemente fuertes y entrenados y expones tu voz a una tensión prolongada, tus cuerdas se acabarán inflamando y acabarás quedándote afónico.

Los cambios de temperatura drásticos, las bebidas muy frías o muy calientes, hablar cuando hay mucho ruido, irritar la garganta con tabaco o alcohol, estar en ambientes con humo, polvo o con aire acondicionado, como decíamos antes, son otras de las causas comunes de la disfonía.

Remedios

Como actor, eres consciente de que tienes que cuidar tu voz y también lo suficientemente precavido para intentar evitar todas estas situaciones. Sin embargo, hoy ha pasado lo peor. No tienes voz y mañana tienes que actuar. ¿¿Qué puedes hacer??

Aunque ningún remedio es milagroso, te mostramos los más comunes para que sepas cómo actuar en estos momentos de urgencia y, al menos, solucionar el problema lo antes posible.

• El agua no puede faltar. No sirve de nada cualquier remedio casero sin litros y litros de agua del tiempo que nos ayuden a hidratar nuestras cuerdas y limpiar la laringe. El agua es esencial para nuestra mejora.
• La miel y el limón es probablemente la mezcla más popular para calmar y recuperar la voz. La miel suaviza y calma la garganta y éste cítrico, aparte de ser antiséptico, nos aporta vitamina C. Puedes combinarlo de muchas formas: la más habitual es añadir un par de cucharadas de miel a una taza de té o zumo de limón.
• El extracto de erísimo se puede tomar en forma de jarabe, en infusión o en gargarismos, y también es un remedio eficaz para para la descongestión de las cuerdas vocales. Puede mezclarse con otras hierbas como el malvavisco, la malva, la salvia o con un poco de miel o limón.
• El jengibre viene muy bien para cualquier problema relacionado con la respiración. Lo más común es tomarlo en infusión combinándolo también con otras hierbas o con miel y limón, como en el caso anterior. Siempre que tomes té, procura no tomarlo demasiado caliente.
• Hacer gárgaras de agua con sal. La sal es un elemento ideal para aliviar los dolores de garganta. La verdad, puede parecer un poco raro y asqueroso la primera vez, pero poco después comprobarás que hace milagros. Mezcla una taza de agua con un pellizco de sal. No más, pues si utilizas mucha corres el riesgo de deshidratar, y es justo lo que no quieres. Por este motivo debes utilizar este remedio siempre través de gárgaras y nunca ingerirlo. Una variante de este remedio es utilizar bicarbonato sódico en vez de sal.

Además de todo esto, puedes acudir a un herbolario o a una farmacia para que te aconsejen sobre otros remedios. Debes tener en cuenta que todos ellos ayudan, como las famosas pastillas de caramelo, pero no debemos abusar. Si tomas caramelos o chicles, nunca deben de ser de menta ni de eucalipto, ya que producen tanto frescor como sequedad en la garganta.

El descanso también es fundamental. Intenta no hablar, y mucho menos susurrar, pues la cantidad de aire que utilizas destroza las cuerdas. Si tienes que hablar, utiliza el timbre de tu voz.

Además de todo esto, debes cuidarte muy bien de no carraspear. El carraspeo es otro de los hábitos que destrozan la garganta, y hace que se quede más pegada la mucosa que recubre nuestras cuerdas.

Por último, es muy importante que cuides también tu alimentación. Evita los frutos secos, los lácteos, la cafeína, los refrescos, el chocolate, así como cualquier otro alimento que produzca acidez o ensucie la garganta.

El hecho de que sigas estos consejos no significa que te vayan a ir bien. La disfonía puede generarse por muchos motivos, y por tanto hay a quien le funciona mejor un remedio y hay a quien no le funciona en absoluto. Prueba y decide cual es el mejor para ti. Eso sí, sea cual sea el remedio que mejor te vaya, los tres elementos fundamentales para la pronta recuperación son descanso, silencio y agua.

Prevención para que no pase la próxima vez

Una de nuestras responsabilidades como actores es cuidar nuestra voz, ya que es una de nuestras herramientas principales de trabajo. Para evitar coger disfonías la próxima vez, mejor ser precavidos y coger una serie de hábitos diarios:

• Calentar antes de nuestros días de trabajo: Las cuerdas vocales son músculos, y como cualquier músculo, debemos calentarlo, tanto por la mañana como justo antes de cualquier sesión vocal intensiva, dejando 10 o 15 minutos de descanso antes de la misma. También es importante masajear los hombros y el cuello a menudo, para que a la voz no le cueste salir.
• Hidratar a menudo: Acuérdate de beber suficiente agua durante el día, especialmente si estás en un momento que se te seque más. Huye de ambientes muy secos o con aire acondicionado.
• Conocer tus límites: Evita momentos en los que fuerces tu voz de manera prolongada, como pubs o incluso hablar por teléfono en lugares con mucho ruido de fondo. De igual manera, no utilices tu voz más tiempo del que puede soportar.

Respirar siempre por la nariz en vez de por la boca, evitar el estrés, tomar vitaminas y hacer ejercicio regularmente también nos ayudan a prevenir estos riesgos.

Si crees que tu problema es crónico, dura más de lo normal o cada vez te ocurre con más frecuencia, acude al especialista. Un otorrino podrá identificar si sólo es algo temporal o si por el contrario tienes alguna anomalía en las cuerdas vocales, como quistes o nódulos.

¿Conoces algún otro remedio efectivo que nos pueda ayudar en un momento de crisis por pérdida de voz? ¡Cuéntanoslo!

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