Apoyado a una farola de la plaza observo la ventana del segundo piso. El sombrero cubre la luz a mis ojos y ensombrece mi rostro.
A través de las cortinas veo sus siluetas, sus lances pasionales, febriles.
Un coche pasa con los caballos al trote y salpicando barro nocturno. Arrojo el cigarro a medio fumar y cruzo la calle, revólver en mano.
Los goznes de la puerta se quejan cuando la abro de una patada y entro a la casa. Ella, sentada a la máquina de coser, grita y mira desorbitada. Rebusco en los cuartos, pero no lo encuentro.
La brisa estremece las cortinas de la ventana.
Miro hacia abajo. En la plaza, un hombre con sombrero fuma un cigarro bajo la luz de una farola.
© Sergio Cossa 2012
Pie de página del feed