A veces, nos resulta difícil el poder diferenciar lo que nos ha ocurrido, con quien somos hoy en día.
Muchas personas en el transcurso de mi vida, han ido perdiendo su identidad y se han ido transformando en otras carentes de analogía y se ven abocados a vivir en el dolor del ayer que fueron. En ocasiones, escucho a algunas de esas personas decir:
- "Soy una persona que sufrió mucho en la niñez" o "Soy una persona que le ha ido mal en las relaciones de pareja"... -
Todo esto, es una realidad en cualquier persona, pero no implica que ha de seguir definiendo quien es. Porque,...
Es verdad que muchas de nuestra manera de ser y de sentir, vienen determinados por causas históricas; pero, aquello que sucedió ayer, no tiene que controlar la persona que potencialmente llegará a ser hoy, ni tampoco lo que podrá ser mañana. Y, ¿sabes por qué? Porque en este proceso de desarrollo personal, ha llegado la hora de arrojar esa "mochila". Existe una enorme variedad de opciones frente a uno como para que sigas perdiendo tu tiempo en lo que ya pasó. Simplemente, porque ya pasó.
Hay que dejar la puerta del pasado atrás, pasar y disfrutar del presente para poder avanzar hacia el futuro con esperanza, con ilusión y con seguridad en uno mismo.
Recuerda que como Hijos de la Vida, somos merecedores de navegar por los inmensos mares de la Victoria, independientemente de lo que haya pasado:
¡Vive en Armonía con Tu Interior!