Podría ser el comienzo de la historia de alguien, en apariencia normal, y no sería necesario que tuviese un tonillo especial en su pronunciación, puede ser un tono globalizado que está muy de moda.
Además, podríamos añadir, que quien se confiesa de este modo, es una persona que constantemente se fija en la revista ELLE en unos artículos que para otros podrían pasar perfectamente como anodinos y faltos de interés y gracia periodística. Aunque en el mundo de la moda, siempre es posible estar equivocado y a lo mejor, son estos artículos de relleno en los que más se fijan sus lectores, y esto querría decir, ni más ni menos, que hay mucho ELLEadicto suelto, es cuestión de hacer varias asociaciones anónimas sobre el tema y ver cuánt@s se apuntan.
En el caso que nos ocupa, nuestra buena señora "ELLEadicta" hacía ya un par de semanas que tenía el número de Marzo en su casa. De todos es sabido, que cuando una revista entra en nuestro hogar primero forma parte de la decoración del salón, después de la salita si la hay, más tarde de la cocina o terraza y termina, sobre las dos semanas, día arriba día abajo, en el cuarto de baño (de ahí, se salva la que se salva y la que no, en pedazos o entera termina en la basura, digo en el reciclado). Pero irremediablemente cualquier número de la revista, en éste íntimo lugar, termina caducando, y ya aparecen los primeros síntomas, cuando es hojeado sin ton ni son.
Nuestra ELLEadicta precisamente una mañana de sábado lacónico, sobre las 12 y 48 minutos chivados por los dígitos de color rojo de lo que antes fuera un despertador y ahora es una chicharra-duchas... se le fueron los ojos a una línea, en letras capitalinas a doble espacio de color negro, que enumeraba las 10 cosas que NO se debía de haber perdido conforme a la década de vida que le habría ido correspondiendo.
Vaya problemón, un asunto de vital importancia, por lo que tuvo que coger el bolígrafo para calcular inmediatamente en qué década se encontraba, y aquí vino el problema, y no por el llamativo digital rojo en baño de tonos azules, sino porque estaba en el medio, kilo arriba, gramo abajo... decidió comenzar por el principio que es lo mandado en esto y leyó:
En la década veinteañera nuestra ELLEadicta debería haber realizado...
- Una "Spa party" con tres de sus mejores amigas. Instintivamente y sin saber por qué (bueno sí, por la experiencia acumulada) pensó en sustituir a sus amigas por varios amigos, tales como Bruce Willis, Brad Pitt y George Clooney.
- Colgar un candado en el Puente Milvio. Esto le provocó algo de tos y risa, porque recordó la vez que no pudo abrir el candado de una maleta... pero la abrió, aunque después comprobó que sus cosas se habían transformado.
- Colarse en una fiesta vip. ¡No gracias! pensó, pues no le gustaba ir a fiestas en vespino, prefería el coche porque el casco le estropea la peluquería, aunque con 20 no le habría dado ni para rulos.
- Participar en Flashmob. En ese momento le dio como un flash y se acordó que no había tendido la lavadora, pero se tranquilizó con la siguiente cuestión a realizar a los veintitantos...
- Pintarte como una puerta. Solo encontró un problema, su pereza para decaparse luego, aunque el papel de lija obra milagros.
- Clonar a una celebrity y ligarse a su ex. Esto sí era un poco esperpéntico, porque si es su ex por algo será y se quedó conforme, y dijo en voz alta: ¡paso!
- Ponte una cresta, se le produjo incontinencia y no verbal.
- Hazte un tatuaje arty. Con 20 años se lo habría pensado, pero ahora los tenía gratis, varios de la plancha, algunos por saltarla el aceite de la sartén, otros de arañazos, 5 de tomar el sol y siempre algún lunar verruguero, varios moretones sin venir a cuento.. ya era tarde, estaba muy marcada.
- Comprar un bolso, pero ojo, un Speedy de Louis Vuitton. Recordó en ese momento que con veintitantos no llevaba bolso porque tampoco tenía mucho que transportar.
- Cuélgate a la vez todas las tendencias de ropa. Lo llevaba haciendo tantos años que... incluso repite tendencias años y años y piensa que nadie lo nota, bueno sí, Galiano sí, porque también copia.
- Graba un videoclip. A estas alturas, ya tenía bastante con el de la boda, que fue nº 1 en casa de su madre y de su suegra, varias temporadas.
P.D.: "Como su hija va a entrar pronto en esta maravillosa década, le ha asaltado la duda y está sopesando la posibilidad de esperar un añito y meterse con ella de cabeza en la veintena, para recuperar no más... ¿Qué pensáis? Sí, yo también le he dicho que compre un despertador en tonos azules"
{¡C O N T I N U A R Á!}