Comprendí, que ser mujer te da el poder de ser madre, de dar vida y que eso es un poder sobrenatural. Que tenemos mucha energía y mucho poder concentrado. Que no nos damos cuenta hasta que llega ese día en el que de tus entrañas nace un bebé, un ser perfecto.
Que además desde la escuela nos deberían enseñar estas cosas, para que nos sintieramos bien con nosotras mismas y pudieramos utilizar esa energía para nuestro bien y elevar nuestra autoestima.
Cuando me dijeron al séptimo mes, por fin, que mi bebé era una niña, (tardaron mucho en saber si era una niña o niño, siempre estaba girada y no había manera), lo que pensé fue y este fue el orden en que lo pensé:
- Una mujer, lo tendrá más difícil que cualquier varón
- Da igual, nosotros la enseñaremos recursos para valerse por sí misma y hacerse valer.
- Le costarán las cosas más esfuerzo, pero sabemos que ese esfuerzo, será suyo.
¿no os habéis dado cuenta que cuando una mujer está en un puesto directivo es porque se lo merece? Sin embargo, es más fácil encontrar a un hombre en esos altos cargos, y que no valen para nada.
Así que pido que nuestros esfuerzo se reconozca, que eliminen el día de la mujer, y desde aquí hago un llamamiento a las madres y padres, somos nosotros los que enseñamos y educamos, así que en casa y en la familia todos somos iguales, con nuestras virtudes y defectos, pero TODOS SOMOS IGUALES. Que yo también veo que hay hombres de mi edad, que siguen pensando como los de la edad de mi padre y eso es porque en casa se enseñan las cosas de una manera errónea.