¿Te consideras una persona tímida y no sabes hasta qué punto esto puede convertirse en un inconveniente para tu carrera artística?
A muchos les parece que la timidez está reñida con mostrarse ante la cámara o el público. ¡Nada más lejos de la realidad! Cientos de actores ya han demostrado que, a pesar de ser introvertidos o vergonzosos, nada les impide hacer un trabajo impecable.
Vayamos un poco más a fondo sobre el asunto…
¿Qué ventajas y qué desventajas tiene la timidez en el actor?
Empecemos por los puntos en contra porque, si eres tímido, seguro que son los pensamientos que más fácilmente te vienen a la cabeza:
La vergüenza te autolimita; posiblemente te resulta más difícil hacer contactos, darte a conocer como actor o arriesgarte en tus interpretaciones. Esto hará que en ocasiones avances más despacio, ¡pero nada que no se pueda solucionar!
Por el contrario, también existe un punto a favor, ¡y mucho más importante!:
Si eres tímido, pero deseas ser actor a toda costa, solo puede significar una cosa: que tienes verdadera vocación.
Quédate con esta última idea, porque la vergüenza, las inseguridades y la falta de habilidades sociales, se superan, pero para ello debes creer en dos cosas: en tu potencial y en la pasión que tienes por tu trabajo.
A casi todos los actores les impone la cámara o el público
Lo primero que queremos que sepas es que no eres ni el único ni el primero al que le pasa, ¡sino uno más!
¿Qué pensarías si te dijéramos que muchos de los mejores actores conocidos del mundo son muy tímidos?
Por poner ejemplos de actores de talla internacional, la extrema timidez de Nicole Kidman cuando era pequeña le hacía tartamudear, Jim Carrey y Tom Hanks utilizaban sus dotes cómicas para hacer amigos en el colegio y vencer sus inseguridades, y Brad Pitt y Jonny Depp dicen que prefieren hacer personajes extrovertidos porque les ayuda a romper con su timidez.
Todos coinciden en una cosa: que actuar les ha servido – y les sirve- de terapia para superar su timidez.
A todos nos asusta algo que hacemos por primera vez porque, debido a nuestra falta de experiencia, nos sentimos inseguros al no controlar la situación. Sin embargo, a medida que más lo hacemos, menos nos impone.
Pongamos el caso típico de los castings: la primera vez que acudes a hacer la prueba no sabes cómo dirigirte al director, qué hacer, a dónde mirar… Y si a ello le sumamos tu timidez, puede que te dé miedo preguntar por tus dudas -a ver si se va a notar mucho tu falta de experiencia- e incluso puede que tus nervios te traicionen.
La segunda vez que acudes a una prueba, ya sabes a qué atenerte, has aprendido cosas y, aunque te sigue dando vergüenza enfrentarte a alguien desconocido, vas algo más confiado. Es ya después de haber hecho unos cuantos castings, cuando adquieres la suficiente confianza para sentirte a gusto, y lo único que piensas es en ir a por todas. Tu timidez, habrá pasado a un segundo plano. Puede que en cierto modo siga ahí, pues es tu forma de ser, pero ya no piensas en ella; ya no te limita.
Es muy seguro que te pase lo mismo la primera vez que te subas a un escenario o tengas a un equipo entero pendiente de ti al grabar tu primer cortometraje.
Pero cuanto más te enfrentes a estas situaciones, más confiado te verás.
Lo bueno es que casi siempre empezarás consiguiendo trabajos más pequeños y poco a poco irás creciendo, tanto en experiencia profesional como en seguridad.
Libérate
A lo largo de tu trayectoria artística, por unos motivos o por otros, cometerás errores, recibirás críticas negativas, te enfrentarás a retos nuevos y tendrás que hablar con personas que te impongan. Pero, ¿sabes qué? No pasará nada.
No dejes, por tanto, que tu timidez te aleje de tus metas. Si no arriesgas, dejarás que las oportunidades pasen de largo, y si no te sueltas al 100%, sin miedo a cometer errores, nunca dejarás que brille tu personaje.
Así pues, toma clases para adquirir habilidades, ponte constantemente pequeños retos que sí estén al alcance de tu mano y no tengas miedo de cometer un error o decir alguna tontería, porque de todo se aprende.
Y, por si te quedaba alguna duda, te respondemos a la pregunta del título de nuestro artículo:
Si. Si eres tímido, sí puedes ser actor.
Ahora es tu turno. ¿Te consideras una persona tímida? En ese caso, ¿qué tipo de situaciones te provocan desafíos y qué haces para superarlos?
Si sigues viendo limitadas tus capacidades para avanzar en tu trayectoria artística, cuenta con nosotros. Analizaremos tu situación y te daremos las llaves necesarias para que puedas despegar.