Tener un armario, con los modelitos más exclusivos y sus correspondientes accesorios, es la repera, pero si además esos modelitos son así como 1500, es la repera al cuadrado, pero si encima eres una perro, ya no es la repera ni al cuadrado ni al cubo, si no la más grande de las excentridades, que por un lado demuestra que su dueña lo quiere a morir y que tiene una cuenta corriente muy abultada.
Es el caso de Rocky, un chihuahua, cuya dueña Lindsey Noble, ha conseguido que sea el perro más elegante de Gran Bretaña, al dotar al chucho de dos años, de tan amplio vestuario, además de tener su propio cochecito, para pasearlo y no se cansen sus patitas, y por supuesto el cochecito es de diseño, también tiene una guitarra (¿sabrá tocarla?), pajaritas, correas, calentadores, etc. a juego con el traje correspondiente, tiene también pequeños sillones a medida y tan solo come pollo y verduras, para mantener la línea.
Además Rocky, duerme en la cama, con su dueña y el novio, de esta, que está un tanto celoso, pues dice que Lindsey le dedica más tiempo y cariño que a él, pero que también le tiene cariño y no le importa, que ella, se gaste una fortuna, en convertir al perro, en un icono de elegancia canina, que seguro más de un amante de los perros imitará y sobre todo, intentarán superar, porque ya se sabe, que en esto de los amantes de los animales, hay verdaderos fanáticos.
Pero supongo que nadie le ha preguntado a Rocky, como se siente él con esos atuendos tan variados, porque realmente, el pobre chucho, está más que ridículo y no se debe de sentir muy cómodo, al verse tan privado de movimientos, con tanto trapito, por muy caro que sea, encima, aunque su sueña dice que si no lo cambia tres veces al día, se pone de mal humor...No será que se pone de mal humor, de ir vestido como un fantoche.