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Soy un inculto

Publicado el 02 enero 2010 por Joseantortega

Soy un incultoEmpiezo el año así, con un ejercicio de autocrítica que confieso sin tapujos a los pocos (pero sí doctos ellos) lectores de este “block”.

Y es que no puedo considerarme menos al observar mis reacciones a las medidas que el adalid institucional de la “cultura” en nuestro país viene proponiendo desde hace algunos meses.

La cartera que gestiona hoy González-Sinde viene haciéndose un hueco recurrente en los medios de comunicación por su posición (y acción) en lo que a protección de la Propiedad Intelectual se refiere y especialmente por una disposición final colada de rondón a una propuesta normativa que provocó una reacción desconocida hasta entonces en el ámbito de Internet.

La excepcionalidad de  este asunto hizo que no me cuestionara mi “calidad ” cultural. Pero las posterioredeclaraciones de la Ministra y su equipo han hecho que me cuestione mi virtud cultural.

La noticia que ha consumado mi convencimiento como “inculto” ha sido la medida publicada por El País en relación a la subvención con la que el Ministerio de Cultura dotará a los conciertos (o música en vivo como les gusta llamarlo a los cultos). Según informa este diario el Instituto de las Artes Escénicas y Música subvencionará los “pequeños circuitos de concierto” y ” las giras de pop contarán con una inyección de 500.000 euros”.

Está claro que la Sra. Ministra y yo no compartimos el significado del término “cultura” y menos aún la gestión que la misma debe llevar asociada para su protección y promoción. Y no estoy diciendo que el pop no sea cultura, sólo que no entiendo ni por qué ni para qué precisan estas giras esas ayudas. Porque si dichas giras se organizan es porque hay alguien que alquila los locales para dichos conciertos, y si alguien los alquila es porque acude público que paga una entrada para su disfrute… Así pues, ¿qué subvención se precisa para preservar la cultura pop española?

Según el periodista que redacta la noticia “para fijar el cómo y el cuánto, se ha sentado a negociar (el Inaem) con representantes de la Sociedad General de Autores (SGAE), de la Asociación Estatal de Salas de Música en Vivo, de la Plataforma de Asociaciones de Música en directo o de la Sociedad de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes (AIE). Y, sorpresa, todos parecen vivir una luna de miel con la iniciativa. No hay fricciones, ni enfrentamientos, ni declaraciones cruzadas.” Pero cómo las va a haber si se van a sentar a repartirse un maná que no encuentra ninguna justificación lógica!!!

Y ante todo esto, digo yo; ¿qué sentido tiene aplicar fondos públicos a una actividad que funciona y que se rige por las leyes del mercado?, ¿sólo porque no está pasando por un buen momento? ¿porque un cambio tecnológico está redefiniendo los modelos de negocio conocidos hasta ahora? Según la teoría económica cualquier intervención de los poderes públicos provoca ineficiencias en los mercados, y yo creo que en este “mercado” de la cultura más. Pero si ya es complicado en las fiestas patronales de los pueblos decidir a qué grupo contratar!!! ¿Qué criterio objetivo se podrá aplicar para su otorgamiento?

¿A quién se le van a dar los fondos de estas subvenciones? ¿A Amaral o a Alejandro Sanz? No parece que lo necesiten… ¿A un grupo “revelación” al que sigue un grupo reducido de incondicionales (entre los que se encuentra la madre del batería y la hermana del vocalista)? Pues parece que más a los primeros, sí, a los que a priori lo necesitan menos. Buscando una respuesta a mi desasosegada pregunta acudí a la página del Inaem para entender sus políticas de subvención hasta la fecha y cuál fue mi sorpresa cuando descubrí en las bases para el otorgamiento de ayudas en 2009 a la “interpretación de música contemporánea” que otorga más puntos contar con músicos/intérpretes famosos e incluir más Comunidades Autónomas en la gira: es decir, más ayudas para giras más grandes con músicos famosos. ¿Qué protección precisan estas giras?

Pero incluso aunque esas ayudas fueran destinadas a grupos “minoritarios” no entiendo la necesidad de protección, ¿para que se hagan “mayoritarios”? ¿Para eso emplearemos fondos públicos?. En fin, no me parecería mal si no hubiese otras manifestaciones culturales sin un mercado como en el caso de la música que sin ayudas públicas están destinadas a su desaparición.

La dulzaina soriana, los palomares de León, los retablos de las iglesias de la mitad del país, la gaita de resoplo y un millón de manifestaciones culturales más, que no cuentan con un “mercado” precisan más de esas ayudas.

Así pues, y dada mi discrepancia con quien hoy representa la máxima “autoridad” en cultura en nuestro país, me declaro inculto confeso. Y lo que es peor aún, sin ánimo de enmienda.

Soy un inculto

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