Florencia, es el nombre, de una hembra de tiburón nodriza, de dos metros de largo, que comenzó su vida, como la de todos los de su especie, siendo carnívora, aunque de vez en cuando picoteaba, alguna que otra alga, a pesar de que sus mandíbulas están llenas de afilados dientes.
Florencia, llego un día, con tres tiburones más, al Birmingham National Sea Life Center en Inglaterra, desde Florida y su cuidador, se dio cuenta, de que no comía, que se dedicaba a robar la s verduras, de las que se alimentaba, la tortuga Molokai, dejando así de tomar las proteínas tan necesarias, para su alimentación.
Ante tan extraño comportamiento, los veterinarios del Zoo de Bristol, lo examinaron, y después de hacerle unas ecografías, vieron que tenía incrustado, en la boca un gran anzuelo oxidado, que le producía tremendos dolores al masticar, así que tras una compleja operación, se lo extirparon, pero Florencia, seguía sin comer proteínas, decantándose por todo tipo de vegetales, consiguiendo con ello, ser el primer tiburón, vegetariano de la historia (si exceptuamos a Bruce, el tiburón, de Buscando a Nemo) y también poner en peligro su vida, ya que las proteínas son imprescindibles en su dieta.
Sus cuidadores han tenido que ingeniárselas, para que las consuma, y se las esconde, en pepinos y calabacines ahuecados, ramas de apio, coles, etc., pero lo tienen que hacer muy bien, porque como se dé cuenta, no se las come y va a robarle su comida a la tortuga, y eso está muy, pero que muy feo y además, al final será el hazmerreir de todos los tiburones del zoo, como le pasaba a Bruce, él de Nemo.
Espero que Florencia, de nuevo se adapte a su dieta normal, de pescado, porque en él Sea Life Center, no se va a encontrar con ningún anzuelo en la comida.
Fotos Birmingham National Sea Life Center