De mayor quiero ser como Gwyneth Paltrow (pero con pene, claro). De hecho este es mi lema en la vida, y creo totalmente necesario ponerlo por escrito. Todo lo que hace Gwyneth es perfecto, y la venero y envidio precisamente por eso. Estos días mis padres están en Tejas de viaje, y estoy en casa a solas con tres perros, una hermana y un bebé (pero esa es otra historia, totalmente necesitada de su propio post, así que dejémoslo apartado hasta que tenga tiempo de ponerme a escribir sobre el tema cual energúmeno).
Esta noche, para cenar, me he decidido por probar una de las recetas fáciles y simples del libro que la Paltrow publicó el año pasado, una plato de pasta simple con salsa de limón y parmesano. Es tan fácil que mientras cueces la pasta, haces la salsa, e incluso te da tiempo de preparar una ensalada (o eso dice la rubia perfecta de la portada). Para la salsa, ralla la piel de un limón y mézclalo con el zumo de ese mismo limón. Después se añade una taza y media de queso parmesano recién rayado (el rollo paquete, no se lleva, es poco cool y el hipserismo imperante declara necesario que lo rayes tu mismo. Se le añade pimienta negra (lo mismo, tienes que molerla al momento) y sal marina, la típica de toda la vida es, again, super poco ecólogica y cuqui, así que hazme caso, y usa la sal chachiguachi; yo recomiendo Maldon, buenísima, y estupenda, que si no fuera porque vivo con mis padres yo no compraría, obviously, que uno es pobre y no le da para todo. Una vez que todo esté bien mezcladito, se añaden dos cucharadas de aceite de oliva y se mezcla bien. Et voilà.
Gwyneth es musa. Just saying. Musa porque estuvo con Brad Pitt, cuando este todavía molaba, porque su momento en el cine fue en los 90, porque trabajó con Ethan Hawke en una modernización de Grandes Esperanzas, porque Slidding Doors sigue siendo la mejor película británica que he visto jamás. Y musa porque tan pronto es superpija que superhipster y superalternativa, pero aún así se casa con el cantante de Coldplay y tiene una hija a la que llama Manzana. Pues eso, musa.