Este fin de semana, pensaba en mi edad, como era mi vida y como habían pasado los años irremediablemente. A pesar de llegar casi... Aun quedan dos años y medio... a los 40, mi yo interior sigue siendo esa chiquilla que solía soñar muy a menudo y que albergaba grandes ilusiones. ¿Dónde han ido a parar mis sueños de cría? Pues no sé, muchos de ellos se han cumplido, pero otros están ahí aparcados en mis recuerdos. Siento como si fuera hoy aquellos días con 6 o 7 años en los que me imaginaba que podía volar. Movía los brazos como si fuesen alas y me elevaba por encima de la ciudad contemplando con gran alegría todo aquello que estaba bajo mis pies. Nadie más podía hacerlo, sólo yo y cada noche cerraba los ojos y volaba sin temor hacia nuevos lugares. Conococí París y NY sin salir de mi cama y si alguien me hubiese preguntado si había volado alguna vez le habría dicho sin vacilar ¡SÍ! Aun hoy es el día en que a veces pienso si mis sueños fueron reales o fruto de mi imaginación. Indudablemente este es uno de esos sueños de niño que de momento no podré cumplir, pero otros. ¿Qué ha pasado con otros sueños? Cuando tenía 16 años aproximadamente quería ser modelo, pero nunca se lo dije a nadie, veía en la tele a las chicas desfilar y soñaba con ser una de ellas. Cuando cumplí los 17 en el cole, para recaudar fondos para la excursión de fin de curso, se organizó un desfile y yo me apunté ilusionada. Hice la prueba con unos nervios locos como si de una profesional se tratase, incluso estuve practicando toda la semana en el pasillo de mi casa con los movimientos que hacían las modelos, muy seria... y dándolo todo! Llego el gran día y no me eligieron. Era evidente, medía 156 cm y era delgaducha como una tablilla. Ahí se acabó mi ilusión de ser modelo. Creo que fue el primer sueño roto y por eso me acuerdo tanto de él. De vez en cuando lo recuerdo y sonrío, pero otras veces no. Si me dicen hoy: "Gema, ¿te vienes a hacer un pase a Cibeles? Allá me voy encantada con mi metro cincuenta y seis.... jajaja
Han sido tantos que no quiero imaginar si algún día se me olvida alguno, porque no quiero olvidar que quise ser bailarina, veterinaria, dar la vuelta al mundo en globo o viajar a la luna. No quiero nunca olvidar mis sueños de niña porque pensar que ellos ya no están conmigo es como perder una parte de mi.
Soñar me hace libre y me ayuda a crecer como persona, por eso con casi 40 no he dejado nunca de soñar y lo seguiré haciendo hasta que cumpla los 100.... y muchos más!!!! jeje...
¿Dónde están tus sueños?
Besitos de esta Maluniana soñadora!!!!!