Volar, atravesar paredes, tener super fuerza, visión de rayos equis, leer el pensamiento, tener super sentidos o mejor aún, invisibilidad a placer o vida eterna, son solo algunos de los superpoderes con los que muchos soñamos.
Pero situándonos en nuestra realidad, ¿qué característica fuera de lo normal poseemos? Es decir, ¿cuál es esa habilidad que nos diferencia del resto, que es reconocida y te nos ha ayudado en más de una ocasión?
Sin duda, mi primera opción es la de “ser músico”, sin embargo y cayendo a la nefastes que me caracteriza, no lo considero un superpoder, lo clasifico mas como un “don”, porque hay que ser claros, un super poder lo adquieres de manera circunstancial, ya sea por un accidente radioactivo o por cualquier otra casualidad.
Establecido lo anterior, mi superpoder es mover ojetes con la mente.
Digamos que el tratar con personas difíciles y toxicas también, me han hecho atravesar por circunstancias que han dado origen a este superpoder.
Cuando la conversación se esta poniendo difícil, cuando el trato se esta haciendo pesado y la cordialidad se desvanece, es cuando llega el momento de activar mi superpoder y comenzar a mover ojetes con la mente a placer.
Mover ojetes con la mente es muy parecido a la telequinesis, que es cuando puedes mover objetos a placer con solo tu mente, solo que yo, muevo ojetes y no objetos y es más divertido.
Basta con afinar un poco el sarcasmo y en situaciones difíciles, afilar el humor negro para acallar a esas fuerzas del mal que quieren chingarte nada mas por chingar. Cuando activo este super poder, puedo desarmarlos con una frase o incluso con una palabra.
Solo me resta buscar un buen nombre de superhéroe.
¡Abur!
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Imágen: Kay Kim.