Una pequeña semilla quedó depositada en un pequeño hueco de la pared, esperó su ocasión y germinó. No ha hecho otra cosa que sobrevivir, en su humildad imponerse a la roca, a la intemperie, a la verticalidad. Cada primavera brotan sus hojas verdes dando luminosidad a la pared.
Tomada en macizo del Aitzkorri. Gipuzkoa