T. a. llopis escribe, el blog que sheldon cooper no se perdería

  ¿Qué os parece la portada de hoy? Para unos, bien podría resumir buena parte de los universos de ficción que nos han inspirado el amor por lo fantástico; para otros, puede que les resulten iconos un tanto lejanos y extravagantes. A los primeros les diría que hoy vamos a disfrutar de lo lindo; a los segundos, que vais a descubrir un mundo fascinante. 
  Hoy nos visita T.A. Llopis un compañero de letras y reciente bloguero que nos va a hablar de su página . Un lugar virtual apasionante y que os invito a descubrir. 
  ¡Oh! Veo que la TARDIS ya está materializándose en las instalaciones de El Tintero de Oro. 
   —¡Larga vida y prosperidad, T.A. Llopis! —lo recibo separando el dedo anular y el corazón. 
   —¡YIn nI' prosperity je! 
   Jo, ¡en Klingon! 
   Esto va a ser divertido. 

T. A. LLOPIS ESCRIBE: FRIKISMO, CULTURA RETRO Y CIENCIA FICCIÓN

   PREGUNTA: Te he conocido con ocasión de nuestro homenaje a Ray Bradbury, con un comentario que me emocionó, ¿cuánto de Bradbury hay en ti?    RESPUESTA: ¡Ojalá pudiera decir que hay algo de Bradbury en mí! Especialmente en lo que se refiere a su genial talento. Me sentí muy identificado leyendo muchas de las vivencias de este gran escritor. Desde que tengo memoria, me veía a mismo como un niño extraño y distinto a los demás, aparte de que ser de naturaleza retraída no ayudaba mucho. Tenía una especie de… 
    ¿…sensación de no pertenencia con el resto de compañeros?     Exacto, veo que no era el único, je, je, je. 
    E imagino que también habrás escuchado más de una vez el clásico «a tu edad y todavía leyendo comics» ¿Me equivoco?     ¿A lo largo de toda la vida? Bufff… montones, y las que quedan. Pero pienso que esta tendencia se va reduciendo. Cualquier persona, sea friki o muggle, que tenga el mínimo detalle de documentarse sobre el tema comprobará rápidamente que los cómics y otros tipos de arte mayoritariamente destinado a una audiencia friki ya no son aplicables exclusivamente a un público infantil. Han crecido y madurado con nosotros, de modo que podemos encontrar títulos adaptados para todas las edades. 

¡Orgullo Friki!

   Fíjate que hasta la RAE nos ha incorporado al Diccionario, aunque no sé si esa definición de personas raras, excéntricas y que practican desmesurada y obsesivamente una afición nos identifica demasiado…    ¡Vaya! La verdad es que según esta definición casi cualquiera puede ser friki. Me quedo con lo positivo que engloba raro y excéntrico, por indicativo de que los frikis tenemos tendencia a ser cerebritos, personas cultas o inteligentes o ambas cosas que viven aparte del orden establecido en cuanto a preferencias culturales se refiere, que disponen de ciertos valores morales y disfrutan con actividades distintas a lo “normal” que impone el sistema, como les ocurre a muchos protagonistas de nuestras historias preferidas. No obstante, hay una definición que creo se ajusta más, y es aquella de que un friki es alguien que se ha dado cuenta de que la realidad es una estafa. 
   Y ya ni te cuento si añadimos que para nosotros, por ejemplo, un cómic tiene mucho más valor que cualquier joya, yate de lujo o traje de Armani. ¿Podemos explicarlo para que se entienda?    No se puede. Por una muy sencilla razón, quien sea suficientemente incauto como para creer que una joya, un traje caro, un coche de lujo, o cualquier cosa en esta línea le dará status de felicidad y condición superior, hará todo lo posible por seguir creyéndolo, ya sea por autoconvencerse de que el esfuerzo y sacrificio realizado por lograr todas estas cosas le ha valido la pena, o porque se trata de un individuo tan tragado por los dictámenes que impone la sociedad que cualquier otra idea le resulta inconcebible. Imagina la frustración de estos individuos cuando ven que nosotros con un cómic, una figura de nuestro anime favorito, una película, una serie, etcétera, alcanzamos un mayor grado de satisfacción y plenitud.

  ¿Por qué un blog? ¿Por qué ahora?   Pues ahora porque por primera vez en mi vida tengo tiempo para escribir en condiciones, así como una cierta estabilidad en general; y segundo lugar, porque me he cansado de retenerme, de pensar que mi sueño de ser escritor es absurdo, y al menos quiero intentarlo. ¿Lo lograré? ¿no lo lograré?, no lo sé, pero al menos quiero darme la satisfacción de luchar por ello.   Como dijo alguien, la pregunta más terrorífica que podemos hacernos al final de una vida es ¿por qué no lo intenté?    Exacto. 
  ¿Y cómo quieres decorar tu casa virtual?   El nombre del blog ya pretende ser una declaración de intenciones: T. A. Llopis escribe. Pero quiero que sea también un lugar abierto, para todos los aficionados que deseen compartir experiencias e incluso puedan colaborar en el mismo, razón por la que hago mucho hincapié en lo importantes que son los comentarios de quienes me leen y por la que existen las secciones de Curiosidades y la de Fechas Frikis. Quiero crear algo cercano, sencillo, amigable, que grite claramente “eres bienvenido a este lugar”, que me sirviera para interactuar con otros frikis como yo, mi “tribu”. 
  Desde luego que el subtítulo de tu blog es ilustrativo de su contenido. Además de frikismo anuncias otros contenidos como el de cultura retro. Por cierto, ¿cuánta cultura consumes al mes en sus distintos formatos?   Nunca me he parado a pensar en ello, pero no creo que tenga un modo de calcularlo, pues constantemente estoy consumiendo cultura de un modo u otro. Cuando no estoy escribiendo estoy jugando, cuando no viendo una serie o película, o leyendo. Incluso cuando salgo a caminar durante largas horas por disfrutar del paseo, de salir un poco, estoy escuchando Bandas sonoras, podcasts temáticos, audiolibros, y similares. 
   Me llama la atención el adjetivo Retro ¿Qué te viene a la cabeza si te menciono los años 80?    Experiencias. Experiencias a montones que disfruto mucho más ahora que en su momento. Fue una década interesante en todos los sentidos, especialmente para la cultura friki. Nació la MTV con sus videoclips y series de culto, la CF y la fantasía estaban en todo su apogeo en los cines, todos disfrutábamos de las mismas series de dibujos animados, y aunque los mangas y videojuegos ya existían, fue durante esta década cuando empezó un boom importante en nuestro país. 
  Hablando de videojuegos yo siempre era muy malo y me quedé en el Pacman. Sin embargo, al ver jugar a mis hijos me he dado cuenta de su calidad gráfica y, sobre todo, de que sus argumentos son cada vez más complejos. ¿Puede que los videojuegos estén a un paso de iniciar un nuevo arte? ¿Una nueva forma de narrar?   No es que los videojuegos sean un arte, sino que más bien ¡son un meta-arte supremo! Los personajes y escenarios son dibujados e ilustrados varias veces hasta dar con el diseño final, los guiones y la trama deben ser escritos por alguien (así como diálogos, frases a elegir, textos en pantalla, etc) que describa el lore del videojuego, no pocas veces se esculpen esculturas o maquetas durante la creación de un juego, obviamente implica diseño gráfico, montaje en vídeo, fotografía, composición musical, y un largo etcétera para conseguir una experiencia emotiva e interactiva para el usuario. Basta ver un decorado de Skyrim, escuchar la Banda sonora de Braid o de Castlevania: Simphony of the dark para convencerse de que lo es. ¿Y cómo no sentir un torbellino de emociones con el giro argumental de Silent Hill 2 cuando James ve la cinta de vídeo, con el destino de Aeris en Final Fantasy VII, o el reencuentro entre Crono y Marle tras su primer enfrentamiento contra Lavos en Chrono Trigger?, por poner unos ejemplos.

    Y llegamos al T.A. Llopis escritor. ¿Cuándo sentiste la necesidad de escribir historias?    Escribir, lo que es escribir, a veces creo que he estado escribiendo desde que aprendí a hacerlo. Recuerdo que de niño ya creaba historias de un folio basadas en los cómics de Mortadelo y Filemón que tanto disfrutaba leer, así como las películas, o los videojuegos que más me gustaban. Y me encantaba hacer redacciones para el colegio, especialmente si no ponían muchas condiciones respecto a la temática. 
   Me he enterado por un pajarito que en el colegio hubo un momento que bien podría ser como el que tuvo Bradbury con Mr. Electric.   Ja, ja, ja. No sé si fue tan peculiar, pero para mí fue un momento realmente emocionante. ¡Recibimos nada menos que a un escritor! Al autor sobre cuyos libros estábamos realizando un trabajo de lectura: Miguel Rayo i Ferrer. Fue muy amable, y entre otras cosas nos dijo que para escribir bien hay que hacer seis cosas: escribir, escribir, escribir, tachar, tachar, tachar. Creo que me acordaré de este buen señor y sus palabras toda la vida. 

Michio Kaku, fuente de inspiración

   Sin duda es un excelente consejo y que seguro todos tenemos que tener muy en cuenta. Poco a poco estás subiendo relatos. Como no podía ser de otra forma, predominan los de Ciencia Ficción. ¿Cómo te inspiras?    Del origen, de la propia ciencia. Leo muchos libros sobre divulgación científica, al margen de que sean autores famosos por ideas extravagantes u otros cuyas teorías tiendan a ser más respetadas. De hecho, dentro del primer grupo encuentro mayor satisfacción e inspiración al leerlo porque ves claramente que los de este tipo no tiene miedo a expresar libremente lo que piensan, en plasmar sus conclusiones, y por lo tanto sus ideas tienden a ser más rompedoras e ir más allá de lo establecido. También soy asiduo de varias revistas como Muy interesante, Quo, y otras publicaciones parecidas, leo muchos artículos en internet… 
  Jo, te aseguro que no sé si estoy hablando contigo o conmigo mismo. ¡Ni te imaginas cuántas de esas revistas y libros se acumulan en mis estantes!    Ja, ja, ja… Es que son una fantástica fuente de inspiración y de documentación. A todos mis relatos actuales (salvo quizás a los más fantasiosos como El recado, Transmisión o El círculo de las luciérnagas) les he dedicado un muy importante tiempo de documentación, buscar si la premisa del relato es plausible ni que sea remotamente, y en la mayoría de ellos disfruto mucho de introducir algún tipo de dato científico que me ayudó a confeccionar la idea general de la trama. Además de que me encanta hacerlo con ello pues, aunque el relato termine en la carpeta de “Ideas descartadas”, siempre me queda el haber aprendido algo nuevo e interesante.
  Me llamó mucho la atención uno de los relatos que tienes publicados en tu blog es Viejo Tostador. Es absolutamente fascinante ¿cómo enlazaste ideas hasta dar con esa historia?  Como he comentado: de la propia ciencia. Robots que aprenden, reconocen expresiones, dan entrevistas… ya existen. Son máquinas, sí, pero capacitadas para interpretar emociones, tener algo parecido a recuerdos y tomar decisiones. No solo se está avanzando para crear máquinas con una inteligencia artificial avanzada, sino que además las estamos dotando de sensibilidad emocional. Ahora piensa en como tratamos las máquinas que ya están en nuestro día a día: electrodomésticos, instrumentos de ocio, vehículos, herramientas de trabajo…, imagina que fueran máquinas inteligentes y sensibles con conciencia de sí mismos, que no solo deben cumplir forzosamente nuestras órdenes, sino que además tienen prohibido causar daño al ser humano. 
  ¡Las tres leyes de la robótica de Asimov!  ¡Mismamente! ¿Qué pasará cuando se comercialicen robots inteligentes hasta el punto de ser autoconscientes? ¿Qué sean capaces de saber cómo estamos y actuar en consecuencia de ello? Estarían obligados a obedecernos y tampoco podrían dañarnos de ningún modo, ni defenderse. ¿Cómo actuarían estas máquinas en situaciones como cuando estamos irritados? O simplemente que nos escuchen desear un modelo “mejor”… 
  O algo peor, ser dueños de algo con sentimientos puede sacar el lado más sádico en según qué personalidades   ¿Crees descabellado que algún cretino creara un challenge absurdo por internet consistente en grabar vídeos vejatorios para estas máquinas solo para ver qué pasa? ¡Tendríamos máquinas estresadas, aterrorizadas, humilladas, o con tendencias autodestructivas debido a su inteligencia y sensibilidad! Este tema ya se está tratando de forma cómica en obras de CF actual, como el robot pasador de mantequilla de Rick y Morty, o en Bender en Futurama. Un robot emotivo nos parece lejana y absurda, pero en realidad igual no lo estamos tanto. Dale un par de generaciones a estos robots, y a ver qué les pasa cuando todos tengamos uno en casa. Pensando en todo esto, nació el personaje de GPT-0 de Viejo Tostador. 
   Como autor de ciencia ficción ¿te ha pasado alguna vez que piensas en un posible argumento y, de repente, descubres que ha sido tratado en una novela, comic o película? ¿Qué haces entonces? ¿Lo descartas o intentas darle la vuelta?    Ya lo creo que me ha pasado. De entrada, me frustro mucho y me vengo abajo. Desgraciadamente tengo mucha facilidad para ello, empiezo a decirme que me está bien empleado por no gestionar mejor mi tiempo ni confiar en mis propias ideas, y cosas así. Aunque a la larga termino por darme cuenta de qué si alguien con la misma idea se me adelantó y le fue bien, es que igual no voy desencaminado, e intento dar un giro a la idea original. 
   Imagina que nos montamos en la TARDIS. ¿Cómo te imaginas como escritor dentro de diez años?   Ni idea. Lo cierto es que el simple hecho de que alguien lea mi blog o que un relato mío sea lo suficientemente bueno como para ser publicado ya me llena de ilusión, de alegría, y me hace pensar “¿pero esto va en serio?”. Sin embargo, siempre me queda una sensación extraña. 
   ¿Que es…?   Como que con ello toco techo y no lograré más. Es lo que pensé cuando vi publicado GLITCH en Rebelión Galáctica, “es maravilloso, es fantástico, pero este relato es todo y hasta aquí voy a llegar”. Aun así, deseo de seguir escribiendo. Parecerá algo muy infantil dicho así, pero una vocecita interior me dice “tu sigue escribiendo, sigue adelante”. Sueño despierto, y en mis fantasías más absurdas, me veo sonriendo a la gente que viene a pedirme que le firme un ejemplar de alguna de mis novelas, mientras comparto stand con otros compañeros en una feria del libro o algo parecido. En la Presentación de mi blog digo que sueño con llegar a vivir de la escritura… No sé qué me pasó por la cabeza al escribirlo, pero lo pienso y soy feliz. 
   Y la felicidad es la razón que basta y sobra para escribir. Gracias por visitarnos, T.A. Llopis.   Al contrario, gracias a vosotros por compartir este rato conmigo.

    Y esto es todo por hoy, espero que hayáis disfrutado de la entrevista y echéis un vistazo al blog T.A. LLOPIS ESCRIBE. Seguro que os vais a quedar un buen rato.
¡Saludos tinteros!

Ya sabéis al mail eltinterodeoro@hotmail.com