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T. S. Eliot — Cuatro cuartetos 1935–42 (fragmentos)

Publicado el 06 enero 2011 por Eclaros

Burnt Norton

Descended más abajo, descended solamente
al mundo de perpetua soledad,
mundo que no es mundo, pero lo que no es mundo,
oscuridad interior, privación
y falta de toda propiedad,
desecación del mundo del sentido,
vaciamiento del mundo de la fantasía,
ineficacia del mundo del espíritu;
éste es el único camino, y el otro
es el mismo, no en movimiento
sino abstención de movimiento; mientras se mueve el mundo
en apetencia, en sus metalizados caminos
de tiempo pasado y tiempo futuro.

Las palabras se mueven, la música se mueve
sólo en el tiempo; pero lo que está sólo vivo
sólo puede morir. Las palabras, después del habla, tienden
al silencio. Sólo por la forma, la estructura,
pueden las palabras o la música alcanzar
la calma, como un jarrón chino sigue
moviéndose perpetuamente en su calma.
No la calma del violín, mientras dura la última nota,
no eso sólo, sino la coexistencia,
o, digamos, que el fin precede el comienzo,
y el fin y el comienzo siempre estuvieron ahí
antes del comienzo y antes del fin.

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East Coker

La serenidad, sólo un deliberado atontamiento,
la sabiduría, sólo el conocimiento de secretos muertos
inútiles en la tiniebla en que escudriñaban
o de que apartaban los ojos. Hay, nos parece,
en el mejor caso, sólo un valor limitado
en el conocimiento derivado de la experiencia.
El conocimiento impone una estructura, y falsifica,
pues la estructura es nueva en cada momento
y cada momento es una nueva y chocante
valoración de todo lo que hemos sido. Sólo nos desengañamos
de lo que, engañando, ya no podría hacer daño.

La única sabiduría que podemos esperar adquirir
es la sabiduría de la humildad: la humildad es interminable.

Para llegar a lo que no sabes
tienes que ir por un camino que es el camino de la ignorancia.
Para poseer lo que no posees
tienes que ir por el camino del desposeimiento.
Para llegar a lo que no eres
tiene que ir por el camino en que no eres.
Y lo que no sabes es lo único que sabes
y lo que posees es lo que no posees
y donde estás es donde no estás.

En mi fin está mi comienzo.

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Last Dry Salvages

¿Dónde está el fin de aquellos, los pescadores navegando
en la cola del viento, donde se acurruca la niebla?
No podemos pensar en tiempo sin océano
ni un océano sin basuras de desperdicio
ni un futuro que no esté expuesto
como el pasado, a no tener destino.

Pero aprehender
el punto de intersección de lo intemporal
con el tiempo, es una ocupación para el santo -
no una ocupación tampoco, sino algo dado
y tomado, en una muerte de toda una vida en amor,
ardor y olvido de sí y entrega de sí mismo.

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Little Gidding

Hay otros sitios que también son el fin del mundo, algunos entre las mandíbulas del mar.

Y aquello para lo que los muertos no tenían lenguaje, cuando vivos,
os lo pueden decir al estar muertos: la comunicación
de los muertos tiene lenguas de fuego más allá del lenguaje de los vivos.

Toda expresión y toda frase es un fin y un comienzo,
todo poema es un epitafio.

Morimos con los agonizantes:
ved, ellos se marchan, y nos vamos con ellos.
Nacemos con los muertos:
ved, ellos vuelven, y nos traen con ellos.
El momento de la rosa y el momento del tejo
son de igual duración. Un pueblo sin historia
no se redime del tiempo, pues la historia es una ordenación
del momento sin tiempo.

No cesaremos de explorar
y el fin de toda nuestra exploración
será llegar a donde arrancamos
y conocer el lugar por primera vez.

T. S. Eliot — Cuatro cuartetos 1935–42 (fragmentos)


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