Mouna es una buena amiga bereber que vive en una zona muy inhóspita del Alto Atlas en una perdida aldea a casi 2000 metros de altitud.
Tiene unas manos de oro para la cocina, teniendo en cuenta la precariedad y la poca materia prima con la que cuenta, algo imprescindible para mí y la base de este blog, ya que concibo la cocina parte de imaginación, como el elaborar un buen plato con los ingredientes más básicos.
Pues bien, Mouna prepara un Taboulé muy particular el cuál os cuento y al que he incluido algo de mi cosecha.
Quería indicar que el tabulé no es un plato marroquí aunque hay algunas versiones muy parecidas.
Ingredientes
Cous-cous
Perejil
Cilantro
Comino
Aceite de nueces
Aceite de Argán a la menta
Leben
Menta
Tomate
Cebolla
La base del tabulé es el perejil, no el cous-cous como se suele pensar, por lo que utilizaremos tres partes de perejil finamente picado por una de cous-cous.
Hervimos el cous-cous –mejor en la cuscusera, no seáis vagos- picamos finamente el tomate y la cebolla, así como la menta y el cilantro –un par de hojas grandes- lo mezclamos todo.
Preparamos justo antes de servir –oxidación- el aderezo, con aceite de nueces, la sal y abundante comino, en el último momento añadimos una cucharada sopera de leben –especie de yogur líquido, parecido a la leche agria-
Elaboramos un aceite de argán a la menta, al modo tradicional, bien in fusionado o picando la menta, al gusto.
¿Montamos el plato?
Siempre utilizo hojas de endibia morada para hacer una barca, tema de contraste de sabores, ante la imposibilidad de encontrarla en el desierto, utilizamos una hoja de cogollo de lechuga, rellenamos la barca con la mezcla, listo.
Servimos acompañado del aceite de menta, para que cada comensal se sirva al gusto.
Delicatesseeeeeeeeeeeen.