Como los escribas demostramos lo que hacemos escribiendo, marche un borrador, acaso alguna vez se ponga los largos y salga a caminar y andar silbando bajito un blues…
Sabes que es el amor? ¿Sabes amar?, me preguntó mi analista, logrando por fin que enmudeciera. Y entre mocos y lágrimas incontenibles en un susurro le dije: tal vez no sepa amar. Yo no lo creo me dijo. Y consultando su reloj me dijo: terminó la sesión por hoy. Tarea para el hogar, pensálo y así fue como hizo que mi pensamiento atravesara las emociones de un corazón, que a veces no para de embestir a puro topetazo, buscando que lo quieran… Y entonces pensé. Me acordé las veces que te compartí mi mejor pedazo de alfajor, siendo las dos irrefrenables hijas únicas…y me pregunté ¿habrá sido amor?, cuando me decían es todo y solo para vos y te mirbaa de reojo mamá y te decía queres un pedacito y vos me decías si, con tu mirada, tu sonrisa y todo vos y yo, yo no sabía que eso era amor, pero ahora recuerdo y me parece bastante parecido. Y siento que habrás pensado, porque ahora soy mamá, tiene que ser para ella, pero que rico el chocolate…supongo que habrá sido amor, aquellas renuncias no por cobardía, si por elección. Debe haber sido amor cuando puse a mi hija, tu nieta en tus brazos, y lloraste vos y lloré yo. Supongo que fue amor cuando te fuiste, no de mí, si, de esta tierra, agarrada de mi mano. Supongo que fue amor papá cuando mi hombro fue tu bastón. Cuando te cocinaba rompiendo tu dieta médica estricta pero los médicos dijeron al menos que se vaya contento. No pude cumplírtelo pero lo intenté papá y supongo que eso debió ser amor. Debió ser amor tantas madrugadas compartidas sosteniendo tu mano mientras temblabas de miedo y de dolor. Supongo que fue amor cada hora trabajada para darte lo que más te gustaba. Las rabonas con aviso pasándola juntas, el camino del colegio de mi mano, con frío, lluvia, sueño. Supongo que es amor todos tus perdones y los míos. Acaso sea amor esos chirlos porque te estabas haciendo daño. Supongo que es amor lo que te digo a pesar de que no te guste y me juzgues, me juzgues y me juzgues. Creo que es amor cada vez que te cuido y juego a juego que no sé jugar. Y trato de que estes lindo y prolijo aunque me falte un botón y deteste planchar. Cuando juego a la pelota aunque erre siempre los goles. Supongo que es amor cruzarme de punta a punta para ir a verte. Supongo que es amor cuando me vence el sueño pero batallo la madrugada con tal de estar a tu lado. Supongo que es amor cuando no duermo abrazándote para que duermas y una vez allí dormirme. Supongo que es amor cuando te amo aunque no siempre me ames. Supongo que es amor cuando logro respetar tus tiempos. Supongo que se me declaró el amor de por vida, cuando vos hace 18 años y vos hace nueve se prendieron de mi pecho y de mi dedo y así se prendieron a través mío de la vida. Y latimos juntos por nueve lunas. Supongo que es amor el tocarte la panza y saber que mi nieta estaba dentro de tu vientre. Y tomarla en mis brazos mientras la cuidaban en incubadora. Supongo que es amor cuando después de nueve años vuelvo a cambiar pañales. Supongo que fue amor cada vez que cambié los pañales de tus hijos y ahora se pelean ambos por ver quien me pasa en altura primero. Supongo que es amor cuando los extraño. Supongo que es amor cuando les sonrío viéndolos tan grandes y me acuerdo de vos, porque ellos no solo llevan tu ojos sino que también portan tu mirada y tu corazón. Supongo que es amor lo que pongo en cada letra cuando escribo. Supongo que es amor pero a veces mi propio egoísmo me gana la batalla y caigo de rodillas y es ahí cuando dudo si acaso sea amor. Psico, todavía no reanudamos esa sesión. Mónica Beatriz Gervasoni, morocha urbana.