Kandinsky
Me acaban de regalar el nuevo calendario de Talleres Leibniz. Aunque cambian las fotografías cada año, su lema es el mismo: “Usted vive en el mejor de los mundos posibles. Y si no es así, nosotros se lo reparamos”. Luego, cada mes tiene su propia reflexión o consejo metafísico. El de enero es “¡Calcula, pero mejor que Dios!”. El de febrero es más alegre: “Disfraza tus miserias”. El mes de abril está dedicado a Nietzsche: “Vaya susto, casi me muero”. El 14 de abril, algo inédito, contiene una nota a pie de página: “¡Ojo con lo que celebramos!”. El caluroso agosto nos recuerda a Sartre con “El infierno son los otros”. Y el de octubre a Marx: “Vuelve a intentarlo”. En fin, un calendario que no tiene desperdicio y anima mucho. Cándido, el que regenta Talleres Leibniz, nos recuerda en su felicitación anual que aunque las piezas fallen lo importante es el motor en su conjunto, y que si no tenemos amplitud de miras es lógico que esto nos parezca un mecanismo infernal.