Revista Literatura

Tan solo una Y

Publicado el 21 junio 2013 por Netomancia @netomancia
Don Honorio encendió la tele y se acomodó en el sillón de siempre, donde su cuerpo se amoldaba a la perfección. La pantalla devolvía una molesta estática. Cambió de canal repetidamente, pero la situación persistió.
- ¡Vieja! - exlcamó al rato - ¿Hoy a la tarde pudiste ver a Rial? No se ve ningún canal.
Desde la cocina, entre sonidos de platos y el agua corriendo, llegó la voz de su mujer.
- Nos cortaron el cable, viejo. Hace dos meses que no pagamos.
El hombre apagó el aparato y resignado, buscó la radio portátil, que de vez en cuando usaba los domingos para escuchar algún partido de fútbol. Ninguno en especial, era hincha de Independiente, así que le daba lo mismo cualquier equipo en los últimos años.
Estaba el informativo:
"Estudios realizados en los últimos meses permiten vislumbrar con claridad que la brecha entre las clases altas y de poder, es ínfima. A tal punto, que los investigadores de la prestigiosa universidad han remarcado que esa diferencia equivale a tan solo una letra del abecedario. Aunque parezca mentira, se trataría de la vigésimosexta letra del alfabeto español, la i griega o como desde hace poco tiempo se recomienda decirle, la ye.
El ejemplo analizado con énfasis es claro y no escapa a segundas lecturas.
Por un lado, dice el informe, se puede establecer una certeza sobre las clases que prevalecen, con la cuál es fácil resolver el paradigma. En la misma, se afirma lo siguiente:
La clase gobernante "quiere tener poder y dinero"
La clase política "quiere tener poder y dinero"
La clase empresarial "quiere tener poder y dinero"
Siendo la premisa "tener poder y dinero", extrapolada a la clase media y clase baja, la misma, según los investigadores, quedaría reducida por la desaparición del conector Y. 
Ejemplo:
La clase trabajadora "quiere poder tener dinero", desprendiéndose como continuidad de la idea:
... para poder comer
... para acceder a servicios de salud
... para poder vestirse
... para llegar a fin de mes,
entre otras posibilidades existentes.
El estudio, ratificado por varias academias alrededor del mundo, es probable que se encamine sin lugar a dudas al premio Nobel, debido a...."
Don Honorio apagó la radio. Era demasiado.
- ¡Vieja! - volvió a llamar.
- ¡Qué querés ahora! - bramó Etelvina, que se había puesto a barrer el piso.
- Nada, que parece que los griegos hijos de mil puta nos cagaron la vida.

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