Nuevamente, un recital de rock, esta vez de Viejas Locas (ex Intoxicados, ex Viejas Locas) generó disturbios, corridas, ataques a policías y de policías y, como consecuencia, tiros, gases lacrimógenos y gente herida y hasta un chico en coma.
El pretexto de que el rock es eso. Es quilombo, es romper todo, es pelearse con la fuerza armada y otras tantas "locuras" más ya no sirve. El mejor humorista de la actualidad lo representa bajo el nombre de Pomelo y lo critica fuertemente. La culpa no le cabe en su totalidad a los jóvenes ya que los organizadores una vez más vendieron más entradas de las permitidas, la organización fue pésima y la actitud de los policías la de siempre. Ese coctel llamado Cromañón aparece de nuevo: negligencia organizativa + inacción policial + descontrol juvenil = tragedia.
Ayer fueron casi doscientos, hoy es un chico de 17 años que pelea por su vida tras, aparentemente, recibir una golpiza brutal y dejado abandonado en las cercanías del estadio de Vélez. ¿Tanto cuesta recapacitar? ¿Tan poco vale la vida de las personas? ¿Se justifica ir a un recital a "romper todo", "tomarme todo", "fumarme todo" para después arriesgar mi vida? No lo creo.