Tarjeta Roja - Red Card
Publicado el 08 enero 2013 por MewpherSe puede escuchar el partido de Inglaterra contra Brasil por la copa mundial, una voz monótona recita las acciones de los jugadores mientras las imágenes muestran a grandes hombres corriendo tras un balón. Es como una gran marcha en pos de algo sin sentido, pero a la vez como si de aquello dependiera la vida de muchos.
En otros departamentos se escuchan los gritos y palabras que apasionados a este deporte gritan a sus televisores, pensando que los jugadores los van a escuchar a través de ellos o tal vez el entrenador o tal vez aquel árbitro que le acaba de poner una tarjeta roja al jugador.Un goteo llama mi atención, puedo percibirlo mientras veo el rojo de la tarjeta en el televisor al frente mío.
- “Otra más” – pienso mientras camino lentamente hacia una puerta contigua.
Siento el goteo muy cerca de mí, paso por encima de un bulto que se encuentra en medio de la sala y lo supero fácilmente. Estoy ya al otro lado del cuarto cuando abro la puerta y un fuerte grito me recibe. Pero el grito fue opacado por gritos de vítores, puedo ver en el reflejo de un espejo al otro lado que uno de los equipos metió un gol.
El grito de miedo no cesaba, es exasperante, no puedo soportarlo y el rojo de la tarjeta me llama. Escucho nuevamente el goteo, viene del martillo que está en mi mano. Veo el martillo y luego los ojos de ella inundados de miedo mirándome. Es tarjeta roja, es una falta grave, alguien debe pagar.
Levanto el martillo y lo dejo caer sobre ella una y otra vez, como una marcha triunfal, como un solo de guitarra eléctrica, como la voz de un cantante que te llega al alma. Hasta que finalmente su cuerpo queda inerte como el que está en medio de la sala en un charco de sangre.
Escucho gritos en todo lado, la felicidad se escucha hasta en las calles. Volteo a ver el televisor y una sonrisa ilumina mi rostro. Nuestro equipo ha ganado, ha ganado la copa mundial y ya no es necesario tener que pagar más tarjetas rojas.
The England against Brazil game for theWorld Cup can be heard, a monotone voicerecites the actions of the players as the pictures show the players running after a ball. It's like a big march towards meaningless,yet as if many lives depend on it.
There are screams in other departments from passionateto the sport; they yell at their televisions, thinking that players are going to listen through them or maybe the coach orreferee that have just put a red card to a player.
A drip catches my eye; I can feel it while watching the red card on the TV in front of me.
- "Another one" - I think as I walk slowly toward an adjoining door.
I feel a dribbling very close to me, i easily surpassed over a bump that is in the middle of the room. I'm already on the other side of the room when I open the door and hear a loud cry. But the cry was drowned by shouts of cheers; I can see in the reflection of a mirror across that one team scored a goal.
The cry of fear did not stop, it's infuriating, andI can’t stand red card call. Againhear the drip, it comes from the hammer in my hand. I see the hammer and then her eyes floodedscary looking. It is red, is a serious fault, someone must pay.
I pick up the hammer and brought it down on her again and again, like a triumphal march, like an electric guitar solo, like a singer's voice that reaches your soul. Until finally her body is inert asthe one in the middle of the room in a pool of blood.
I hear screams everywhere;happiness is listening to on the streets. I turn to see the TV and a smile lights up my face. Our team has won; they have won the world cup andno longer need to pay more red cards.