
- Para la base:
- 350g de harina blanca (y un poco más para el molde)
- 3 cucharadas de margarina (y un poco más para untar el molde)
- 1 vasito de agua
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- 2 manzanas Golden
- 500g de queso fresco (tipo Burgos)
- 200g de azúcar blanco
- 4 huevos (tamaño L)
- 1 cucharadita de azúcar avinillado

- Para la base de la tarta: Añadir la harina a un bol grande. Formar un volcán. Añadir dentro la margarina, el agua y la ralladura de limón. Amasar todos los ingredientes hasta obtener una masa lisa y homogénea. Formar una bola, envolverla con papel film y dejarla reposar al menos 30 minutos en el frigorífico.
- Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar con margarina y enharinar el molde en el que vayamos a preparar la tarta. Reservar.
- Cuando la masa haya reposado, estirarla con un rodillo sobre una superficie enharinada. Formar un disco del tamaño del molde y cubrir con esta masa la base y las paredes del molde. Hornear la masa durante 10 minutos a 180ºC.
- Pelar y cortar en rodajas las manzanas. Colocar las manzanas sobre la masa horneada (cubrir toda la superficie de la masa).
- Batir los huevos con el azúcar y el azúcar avainillado hasta que blanqueen.
- Aplastar el queso fresco con un tenedor hasta obtener una pasta fina. Añadir este queso a la mezcla de huevos y azúcar.
- Continuar batiendo hasta que quede cremoso.
- Verter esta mezcla sobre el molde cubierto con la manzana.
- Volver a hornear a 180ºC durante 35 minutos o hasta que haya cuajado y esté doradita.
- Una vez horneada, dejar enfriar sobre una rejilla. Desmoldar, espolvorear con azúcar glas y decorar con unos gajitos de manzana.


