Por cierto, yo hice la tarta en un único molde, pero tuve un pequeño problema: al cabo de un rato de estar fuera del molde empezó a romperse por los lados, por lo que os recomiendo que la hagáis en moldes individuales o la desmoldéis justo en el momento de ir a servirla. Pero la he querido compartir porque estaba muy rica!! =D
Para la base:
- 28 galletas (tipo María)
- 75g de margarina light
- 500g de queso fresco
- 410mL de leche evaporada
- 1 sobre de gelatina de limón
- 2 cucharadas de edulcorante en polvo
- Mermelada de arándanos
- Cerezas
- Para la base: triturar las galletas hasta hacerlas polvo. Derretir la margarina light en el microondas. Mezclar las galletas junto a la margarina. A continuación, cubrir la base de un molde desmontable o de moldes individuales con esta preparación. Introducir en la nevera mientras continuamos con el resto de la preparación. De esta manera, la base se endurecerá.
- A continuación, mezclar en un bol grande el queso fresco y la leche evaporada. Batir con la batidora eléctrica hasta que quede una mezcla homogénea. Añadir el edulcorante y seguir batiendo.
- Por otra parte, preparar la gelatina siguiendo las instrucciones del envase (generalmente, 250mL de agua caliente para deshacer el sobre, y luego añadir otros 250mL de agua fría).
- Añadir la gelatina preparada al bol del queso y la leche evaporada. Mezclar.
- Sacar del frigorífico el molde con la base de galletas y añadir sobre ella esta preparación. Dejar enfriar e introducir en la nevera al menos 16 horas.
- Servir acompañada de mermelada de arándanos por encima y cerezas o frutas rojas (grosellas, moras...)