Aprovechando el fin de semana para meternos entre fogones. Hoy os traigo una receta copiadita del blog de Tito La Cocina sin complicaciones. Las tartas de queso me chiflan sobre manera. Da igual que sean horneadas, con cuajada, con base de galletas o sin ella, con mermelada.... Por aquí tengo unas cuantas publicadas y es que es ver una receta nueva y a por ella que me lanzo.
Yo diría que esta tarta es la tarta clásica de queso de toda la vida, la que nunca falla y aunque de aspecto no quede tan lucida como otras, su sabor es increible, claro esta, si os gusta el queso.
Aprovecho esta entrada para felicitar a todas las mamis del mundo mundial, ¡Que haríamos sin ellas!
Preparación
Lo primero que vamos a preparar es el molde. Untamos bien las paredes y la base con mantequilla. A continuación, cortamos un disco de papel de horno y lo colocamos en la base. Forramos también las paredes con papel de horno y volvemos a engrasar con mantequilla.
Separamos las claras de las yemas. En un bol, montamos las claras con una pizca de sal hasta que queden firmes y reservamos.
En otro bol ponemos: el queso, los yogures, el azúcar y la nata. Con las varillas mezclamos bien para que no nos queden grumos (este paso es mejor hacerlo con las varillas eléctricas).A esta mezcla, añadimos las yemas y volvemos a batir
Cuando tengamos una crema sin grumos, añadimos las claras montadas a punto de nieve. Desde este punto, os aconsejo pasar a varillas manuales, de esas que nos dejan el brazo molido,.
Con la varilla en posición vertical, comenzamos pasándola por todo el borde del bol y terminando en el centro, con movimientos envolventes, integrando poco a poco las claras montadas.
En un plato mezclamos el harina y la levadura. A continuación vamos tamizando poco a poco el harina y mezclándola con las varillas. No tengáis prisa en este paso y echar el harina de poco en poco, para que no queden grumos.
Cuando este listo, lo volcamos en el molde y lo metemos en el horno precalentado a 180º durante 50/55 minutos. Comprobamos con una aguja si ya está lista. Tal y como dice Tito en su blog deberá de salir húmeda, pero no llena de masa. La tarta se termina de cuajar fuera del horno.
Cuando enfríe la desmoldamos. Se puede acompañar con mermelada o comerla tal cual.
Un apunte: la semana pasada me compre un tamizador en Casa, aunque también lo he visto en Ikea y es muy práctico, muchísimo más cómodo que el colador que utilizaba hasta ahora.