Te acepto como sos;
con tus virtudes y tus defectos
Porque Adoro que me trates así;
que me grites en la calle bajo la luna llena,
y putees hasta las estrellas,
que me agredas.
Que me trates como a un perro
que contestes con silencios,
que me ignores...
por el amor de jebus,
y los que no son tan santos,
amo que me ignores.
Y digas mi nombre con los dientes apretados,
y en la boca un cigarro,
y tu olor a alcohol barato.
Atesoro cada una de tus amenazas
una más apasionada
que la anterior.
Y si acaso me faltaras,
llevo sobre mi piel las marcas
de tus puños de acero
y en mis ojos la sangre acumulada.
Sé que un día llegará,
no sé cómo ni cuándo,
pero sé por qué...
sé que no he sido una buena mujer.
Y son justificados cada uno de tus poéticos actos,
por la comida mal condimentada,
y mi falda muy acortada,
sé que un día en tus brazos moriré.