Voy caminando por la calle y no puedo evitar escuchar las conversaciones que tiene la gente. No es una cosa que haga aposta, pero camino del metro voy caminando casi a la misma velocidad que tres chicas, más o menos de mi edad, que van hablando del tiempo: de que en la época que estamos ya debería hacer más calor, que parece que no va a llegar nunca el verano… ya sabes, lo que te conté en la historia diferente del otro día.
foto: clandestinodeactores.com
En mitad de su conversación, una de ellas hace un apunte:
- Pues yo prefiero casi el frío, porque luego el calor se me hace muy cuesta arriba. Una vez estuve en un sitio que hacía más de 40 grados y me pasaba todo el día medio zombi. Era horrible! En dos semanas tuve tres desmayos…
Las dos compañeras le dijeron que si, que luego se echa de menos un poco de fresquito. Y nada más.
¿¡¿¡¿ Nada más?!?!? ¿ Pero es que ninguna le va a preguntar dónde le ocurrió eso? Un sitio donde hace temperaturas de más de 40 grados de forma continuada, cosa que no es muy común aquí en Madrid, ¿y no le preguntan dónde es? ¿¡¿Tres desmayos?!?
Pues no. Cambiaron de conversación porque por lo visto una de ellas vió el otro día en una tienda unos pantalones muy monos y muy bien de precio, y les comentaba a las demás si se acercaban por la tarde a dar una vuelta.
Pues nada. Me quedé con la duda, qué le voy a hacer… Me meto en el metro para ir al nuevo curso que he empezado ayer: Técnicas de Posicionamiento Web. Vuelta al cole…
contadora de historias
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