te cuento una historia… de mi día a día.

Hoy es lunes. Y como todos los lunes intento empezar la semana con fuerza, aunque se que llegaré al viernes a medio gas… Te cuento:

Me levanto a las 7 de la mañana para darme una ducha, ahí es realmente cuando me despierto, no cuando suena el despertador…

Desayuno rápido, que ya voy con la hora justa tooodos los días, haga lo que haga, y a despertar a la peque. ¿Y por qué no me levanto antes? Pues porque el resultado es el mismo ya que hay un factor tiempo incontrolable: la niña.

La niña lleva su ritmo propio, y por mucho que lo intente es imposible calcular el tiempo que va a tardar en desayunar, ni el tiempo que voy a tardar en vestirle y peinarle… Total, que si ya de por si iba con la hora justa, tooodos los días cuando salimos de casa me la llevo medio corriendo en brazos para llegar a la guardería a tiempo.

Vuelta a casa para coger el coche e irme al curso de Posicionamiento Web al que voy por la mañana, de 10 a 2. Normalmente me sobran 20 minutos para tomarme un café antes de entrar a clase, pero hoy no. Esta mañana ha habido un accidente o algo y estaba todo colapsado. Ya sabes, el tráfico es así… Llego con la hora justa, pero a tiempo.

A las 2 de la tarde salgo de clase y vuelvo a la lotería del tráfico de la M30. Menos mal que hoy no hay nada raro y llego a casa a las 14:30. Otros días que el tráfico está peor cuando quiero llegar son más de las 3 y no tengo tiempo de hacerme nada de comer. Pero hoy me va a dar tiempo a comer algo rapidito, eso sí, que a las cuatro menos cuarto tengo que salir de nuevo para ir a recoger a la niña de la guardería.

Mientras tanto intento ponerme al día viendo las noticias, escribiendo alguna historia diferente en el blog, poniendo en práctica lo aprendido en el curso, ah! y mañana tengo clase de chino y no he hecho los ejercicios. Bueno, termino con esto y me pongo.

16:40: Suena la alarma del móvil. Es hora de recoger los apuntes y el portatil para ir a por la niña a la guardería y no me ha dado tiempo a hacer casi nada! En fin, ahora cuando vuelva me pondré con el chino…

La merienda transcurre como todos los días viendo Dora La Exploradora en Clan. No se que hacían antes los padres cuando no existía este canal de televisión! Y cuando nos hemos terminado el zumo, la fruta y una galleta de chocolate, que hoy tenemos mucha hambre, nos preparamos para bajar al parque a jugar un rato con la arena. Cuando volvamos seguiré con la tarea…

Pero cuando volvemos, entre hacer la cena y el baño (la niña parece una croqueta según está de arena…), cenar y recoger un poco nos dan las 9:30. A dormir! Una vez que la niña está acostada y la cocina recogida intento retomar mis tareas.

Hago los ejercicios de chino, escribo esta historia diferente, busco trabajo en un portal de internet, meto la ropa en la lavadora (que no se me olvide mañana por la mañana programarla!) para que cuando llegue de chino haya acabado y pueda tender la ropa. No me da tiempo a preparar nada de comida para mañana… bueno, ya veré a ver que como según el tiempo que tenga. Y tengo que darle un buen repaso a la casa, que hoy el día ya no da para más!

Son las 12 menos cuarto. Me caigo de sueño y de cansancio, y en 7 horas suena el despertador de nuevo… ¿Por qué será que tengo la sensación de que no me cunde nada el día? Si es que no paro!

Mañana además tengo una entrevista de trabajo. Porque yo no estoy parada, sólo estoy desempleada, que no es lo mismo