¿ Nunca te has planteado lo parecido que es buscar trabajo y ligar? Si, si, buscar trabajo y salir por una noche a los bares o discotecas a ligar. Pues cuando termines de leer esta historia diferente tú mismo podrás comprobarlo…
foto: amorcruel.es
Cuando sales a ligar tienes las expectativas muy altas: buscas un chico muy guapo, simpático, atento, que te haga reir y a poder ser que tenga dinero
Cuando llegas al bar o discoteca te das cuenta de que todos los chicos guapos y que parecen simpáticos están allí con sus parejas, del mismo modo que las ofertas de empleo son para trabajos con horarios comerciales (normalmente hasta las 10 de la noche), o jornada partida hasta las 7 de la tarde, o incluyen los fines de semana, y desde luego no están muy bien pagados…
Pero tú no te desanimas. Además, a medida que pasan las horas y te has tomado alguna que otra copita los chicos empiezan a parecerte más interesantes, y te presentan a uno que no está nada mal, parece simpático. Charlas con él y sí, es muy majo! Después de un rato de conversación de lo más interesante y divertida el chico se tiene que ir, pero te pide el número de teléfono para llamarte y quedar otro día. Bieeen! Se lo das encantada y esperas ilusionada su llamada.
Lo mismo ocurre con las ofertas de empleo: después de mucho buscar empiezas a verle el lado bueno a todo… hay algunas ofertas de trabajo que a lo mejor no tienen el mejor horario pero están bien pagadas, o no ofrecen un salario demasiado bueno pero tienen un horario perfecto, y consigues una entrevista en la que descubres que realmente el trabajo no está tan mal. Incluso empieza a resultarte interesante… Cuando terminas la entrevista te dicen que se pondrán en contacto contigo por teléfono y te vuelves ilusionada a casa esperando su llamada.
Pues en ambos casos el resultado suele ser el mismo: no te llama nadie. Ni el chico majo ni la empresa de la entrevista. Y te miras al espejo y piensas: pues no estoy tan mal! Y miras tu curriculum y piensas: pero si tengo un montón de experiencia! Pero el resultado es el mismo: nadie te llama…
Pasan los días y sigues saliendo a ligar. Y pasan los días y sigues buscando trabajo. Intentas mejorar tu aspecto físico con ropa que piensas que te favorece, intentas cuidar tu dieta y hacer más deporte. Le das un repaso a tu curriculum, le cambias la foto por una en la que te ves mejor y resaltas tus cualidades. Vuelves a conocer a un chico muy majo y vuelves a conseguir otra entrevista de trabajo. Pero esta vez, cuando entras a la sala de selección con el responsable de recursos humanos que te va a hacer la entrevista piensas:
- Ya te llamaré, ya te llamaré. ¡Eso se lo dirás a todas!
contadora de historias
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