Revista Literatura

te cuento una historia… sobre los niños e internet y las redes sociales.

Publicado el 27 junio 2013 por Contadoradehistorias @historiascuento

Hemos estado de barbacoa en casa de unos amigos. Allí coincidimos con otros padres y sus niños, y en esos momentos es inevitable los comentarios del tipo: Uy, pero que grande está tu hijo/hija, que mayor, ha crecido un montón desde la última vez que le vi…

Si los hijos son un poco mayores, un comentario habitual suele ser la destreza que tienen para manejar cualquier dispositivo, ya sea móvil, tableta o consola, y automáticamente el padre/madre en cuestión comenta que en su infancia no tuvo ni siquiera una consola, si la tuvo fue ya de mayor, y la edad en la que tuvo su primer teléfono móvil, que evidentemente era un ladrillo enorme en el que mandar un mensaje de texto era lo más. Ni que decir tiene que ahora la mayor parte de los padres usamos un smartphone al que no le sacamos todo el partido que podríamos porque no usamos todas sus características, pero en el que tenemos un montón de aplicaciones, una tarifa plana de datos que nos facilita mucho el contacto con los demás a través de servicios de mensajería instantánea tipo Whassap y redes sociales, y una galería de fotos que nos ocupa casi todo el espacio de memoria del teléfono o tarjeta.

Estos niños de hoy son llamados “nativos digitales”, y no es más que decir que han nacido con toda esta tecnología: manejan cualquier smartphone o tableta mejor casi que cualquiera de nosotros desde muy pequeños porque han nacido con ello. Han nacido con internet en casa. Y hay padres a los que les da un poco de miedo pensar en la falta de privacidad que hay en las redes sociales porque sus hijos tienen o tendrán perfil en ellas.

Esta conversación es la que mantuvimos en la barbacoa: el miedo niños e internet y redes sociales. Como madre también me preocupa. Pero también como madre intento conocer el funcionamiento y ver los pros y contras que tiene, tanto para mi como para los demás.

Si usas Facebook probablemente habrás visto publicaciones en el muro de tus contactos del tipo: “En respuesta a las nuevas directrices de Facebook, por la presente declaro que mis derechos…bla bla bla, bla bla bla” Y el que lo publica se queda tan ancho, como si eso sirviera de algo: cuando aceptas los términos y condiciones de cualquier red social al abrir una cuenta o perfil, lo siguiente que hay que hacer es ir a configuración de la privacidad y configurar quién puede ver tus publicaciones, cosa que mucha gente no hace. Y hay que tener en cuenta que con todo y con eso, cuando publicas algo en internet lo de la privacidad es muy relativo. ¿O eres de los que se leen toooda la letra pequeña antes de aceptar los términos y condiciones? Porque la mayoría, entre la que me incluyo, le damos a aceptar sin más.

te cuento una historia diferente sobre los niños e internet y las redes socialesPublicar algo en internet es como ponerse en la plaza del pueblo con un megáfono a contarle tus cosas al todo el que pase, y aún configurando la privacidad es probable que se entere más gente de la que esperas, gente que igual ni te conoce pero es contacto de uno de tus contactos. Y esto, de momento, es así. Pero si no te pondrías a contarle tus cosas a cualquiera en mitad de la calle, ¿por qué lo haces en internet?

Internet no es muy diferente a la vida real. Es una herramienta que usamos para facilitarnos la vida, del mismo modo que usamos una lavadora y ya no vamos a lavar la ropa al río. No nos planteamos la vida sin lavadora y tampoco sin internet.

Nuestras cosas y pensamientos personales y privados, en la vida real, se los contamos únicamente a los amigos en los que confiamos porque sabemos que no van a llegar a más oídos que los suyos. Si alguien no nos cae bien no vamos y le decimos a la cara que si es tal o cual y lo mal que nos cae. Pero en las redes sociales la gente sí que publica que fulalito de tal es un “hijo de madre de escasa reputación” y cosas similares. Si en la calle no se lo dirías porque igual te llevas un guantazo o una demanda o vete a saber, si llega a sus oídos a través de una red social el guantazo o demanda o vete a saber te lo llevas igual, porque en internet no eres anónimo. Y esto es algo muy importante que no todo el mundo tiene en cuenta.

En la ciudad en la que vives seguro que hay determinadas zonas o calles por las que intentas no pasar por la noche, algún barrio conflictivo… Y a tus hijos les enseñarás a diferenciar esas zonas de otras que sí que son seguras y a que eviten esas calles. Internet es igual. Todos deberíamos conocer bien la red para enseñarles a los niños y a quien no lo conozca a navegar por sitios seguros y a evitar meterse en problemas en las redes sociales. Hay que enseñarles a guardar su privacidad online. Pero para ello primero tenemos que conocerlo nosotros, igual que conocemos las calles de nuestra ciudad.

Al final de la conversación todos llegamos a la misma conclusión: teniendo en cuenta que hoy en día tenemos una vida real y una vida virtual, lo más importante en ambas es usar el sentido común, que dicen por ahí que es el menos común de los sentidos…

¿Tú que opinas? ;)

contadora de historias

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