Estás palabras que escribo, se las dediqué a alguien que un día rompió en mil pedazos mi corazón. A esa persona que yo amé tanto tiempo, y ella nunca supo amarme a mi. A esa persona que me hizo vulnerable, y a esa persona que me hizo llorar tanto durante mucho tiempo. Y lo peor de amar tanto a una persona, es sentir que ella no te quiere, que solo te dejó las marcas de sus besos en tu cuerpo para que supieras que volvería algún día, que solo quería estar contigo una noche y para mi fue la noche más bonita y sincera que nunca tuve. Yo le quería mucho, esa noche se lo demostré y el solo me dejó marchar.Me dejó marchar porque se estaba enamorando de mi, dejó de escribirme, de hablarme pero sobre todo dejó de quererme como esa noche le quería yo a él, puedo decir y digo con lagrimas en los ojos, que si hubiera vuelto, si hubiera regresado algún día y si me hubiera buscado, como tantas veces lo hizo tiempo atrás, volvería a dejarme perderme en sus brazos, volvería a sentir su corazón palpitar, volvería a sentir como nuestros corazones bombeaban al ritmo de las agujas del reloj. Volveríamos a oír nuestros gemidos. cuando nuestras pieles se conocían por primera vez y se rozaban entre ellas. Cuando entraste en los huecos más oscuros de mi intimidad, cuando tenía miedo de herir a mi corazón, cuando se perdía por debajo de mi ombligo y yo con él, cuando tenía todo el paraíso en mis manos cuando deslizaste tus dedos hasta mi corazón, cuando dejé adentrarte en lo más profundo de mi alma, cuando no tuve miedo, cuando esa noche nos dejemos llevar, cuando... y lo malo es que ya nunca volveremos a ser la mejor banda sonora de mi habitación porque tú me dejaste marchar.
No me fui, tu me dejaste marchar.